Descubrimos los mitos más comunes sobre los antidepresivos

3 de enero de 2025
5 minutos de lectura
Antidepresivos, pastillas, felicidad. / Fuente: EP

Estos medicamentos pueden generar síntomas de abstinencia tales como inquietud, dificultades para dormir o sudoración

A pesar de que nunca hayas consumido un antidepresivo, es probable que estés al tanto de las críticas y el debate que envuelven a estos fármacos. Es habitual, según informa el Diario de Chihuahua, escuchar frases como: “Esas pastillas son simplemente un placebo”, “seguro que subirás de peso”. “una vez que empieces, te volverás dependiente de ellas”. Pero… ¿Es algo verdad de esto?

Gerard Sanacora, docente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Yale, expresó que algunas de estas declaraciones poseen “un grano de verdad”. Y es crucial dejar las cosas claras, ya que las expectativas que las personas poseen acerca de su tratamiento, ya sean positivas o negativas, “desempeñan realmente un papel importante en cómo se desarrolla realmente el tratamiento”, agregó.

Sanacora, junto a otros especialistas, trató algunas interrogantes comunes y confusiones sobre estos medicamentos.

¿Cambian la personalidad?

Cuando un antidepresivo comienza a funcionar, puedes experimentar una sensación distinta en ciertos aspectos, afirmó Naomi Torres-Mackie, psicóloga clínica de Nueva York.

“Imagínate esta nube gigante y oscura que te agobia: cuando se disipe, el mundo parecerá distinto”, afirmó, y agregó: “Pero a medida que te acostumbras a ello, puedes ver que en realidad te permite tener más alegría en tu vida”.

Además, hasta la mitad de los individuos que consumen antidepresivos pueden sufrir de cierto nivel de agotamiento emocional o adormecimiento de las emociones, y los estudios indican que es más probable que dicho embotamiento ocurra con una dosis más elevada de medicamento.

Laine Young-Walker, responsable del departamento de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Misuri, afirmó que, si los antidepresivos funcionan adecuadamente, los pacientes deberían continuar experimentando una diversidad de emociones, a pesar de que la tristeza que solían experimentar diariamente haya disminuido.

Si sufres de adormecimiento emocional, es recomendable que lo discutas con tu médico. Y si estás tomando medicamentos, puede ser beneficioso disminuir la dosis.

¿Los antidepresivos engordan?

En términos generales, los pacientes incrementarán su peso entre medio kilogramo y un kilogramo y medio durante dos años, de acuerdo con una investigación reciente. Sin embargo, existe una gran variación de un paciente a otro.

Inicialmente, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o ISRS, junto con sus primeros compuestos químicos, los IRSN, suelen provocar el efecto opuesto, provocando que los individuos pierdan de manera temporal su apetito (y pierdan peso). Sin embargo, las investigaciones han evidenciado que los pacientes suelen incrementar su peso al tomar estos medicamentos durante varios meses o más. Según una investigación reciente, el bupropión, que no es un ISRS ni un IRSN, suele ser el que menos provoca aumento de peso.

En ciertas situaciones, los pacientes pueden incrementar su peso simplemente debido al efecto de los medicamentos, y uno de los efectos adversos de la depresión es la disminución del apetito. Algunos pueden no aumentar su peso en absoluto, mientras que otros pueden incrementarlo mucho más de lo previsto, afirmó Jonathan E. Alpert, líder del departamento de psiquiatría del Montefiore Einstein.

Si observas que empiezas a engordar, comunícalo de inmediato a tu médico para que puedan discutir tácticas para manejar tu peso, agregó.

¿El efecto es inmediato?

Normalmente, según apunta el Diario de Chihuahua, los especialistas indicaron que los antidepresivos requieren entre cuatro y seis semanas para comenzar a tener efecto. Sin embargo, en ocasiones, el primer fármaco que evalúas no es el correcto.

“Mucha de la gente con la que trabajo y que ha tenido más éxito con los antidepresivos ha probado un par de ellos, dos o tres, porque, como ocurre con muchas otras cosas en la vida, no hay una talla única para todos”, afirmó Torres-Mackie.

Una extensa investigación sobre varios antidepresivos reveló que la mitad de los participantes habían mejorado después de usar el primer o segundo fármaco que experimentaron, y casi el 70 por ciento de los individuos habían superado los síntomas con el cuarto antidepresivo.

Pensamientos suicidas

En 2004, la FDA instruyó a las compañías de medicamentos que incorporaran una alerta de “recuadro negro” en los medicamentos antidepresivos, señalando que algunos podrían tener vínculos con la ideación y conductas suicidas en adolescentes. Posteriormente, la alerta se extendió para abarcar a individuos de 18 a 24 años.

La FDA fundamentó su elección en un estudio de ensayos clínicos donde había un riesgo considerable de pensamientos de suicidio, pero no de suicidios.

Sin embargo, actualmente algunos especialistas sostienen que la alerta debería ser reevaluada, ya que otras investigaciones han evidenciado que los ISRS están vinculados a tasas reducidas de suicidio, además de un riesgo reducido de conducta suicida entre individuos jóvenes.

Adicción a los antidepresivos

Los especialistas en salud mental no ven los antidepresivos como adictivos, ya que las personas no muestran ansía por tomarlos y no ponen en riesgo su trabajo, sus relaciones o su vida por consumirlos, afirmó Alpert.

Sin embargo, los antidepresivos pueden generar síntomas de abstinencia, especialmente entre los usuarios que los toman a largo plazo, tales como inquietud, dificultades para dormir, sudoración, alteraciones en el estado de ánimo, problemas digestivos y “choques cerebrales”, en inglés conocidos como brain zaps, que parecen ser descargas eléctricas.

Para reducir estos problemas, es crucial acudir a tu médico si consideras interrumpir la administración de un antidepresivo.

Vida sexual

No está asegurado que sufras dificultades sexuales al tomar un antidepresivo, pero con ciertos fármacos, especialmente los ISRS y los IRSN, es posible.

Más del 50% de los individuos que consumen antidepresivos reportan efectos adversos sexuales como reducción de la libido, demora en el orgasmo y adormecimiento de los genitales, lo que convierte la disfunción sexual en uno de los problemas más habituales relacionados con estos medicamentos.

Y hay quienes han afirmado que sus dificultades sexuales persistieron aún después de dejar de consumir ISRS: esta condición se denomina disfunción sexual post-ISRS. Los científicos todavía no han determinado con qué regularidad suele suceder esto.

Es importante destacar que la depresión sin terapia también puede limitar el deseo sexual de un individuo y crear dificultades para alcanzar el orgasmo.

¿Son mejores que los placebos?

Como muchos fármacos, los antidepresivos no siempre presentan un rendimiento significativamente superior al placebo en los ensayos clínicos, pero esto no implica que sean idénticos a una pastilla de azúcar, afirmó Sanacora.

Por lo general, las investigaciones indican que los antidepresivos efectivamente alivian los síntomas de la depresión, aunque las ventajas son moderadas. Por lo general, los medicamentos resultan más efectivos para la depresión severa que para la depresión moderada.

Es complicado de analizar, ya que la depresión puede mejorar de manera autónoma, y diferentes formas de depresión pueden necesitar diferentes tipos de terapias. Además, el efecto placebo puede proporcionar un potente beneficio a ciertos pacientes que frecuentemente resulta complicado distinguir de los efectos del mismo medicamento.

Finalmente, “lo que más nos preocupa es el bienestar de las personas y la mejora de su salud mental”, afirmó Torres-Mackie.

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