Un hombre de 66 años fue encontrado muerto este lunes en su caravana, estacionada en Sa Casilla, Sant Antoni, Ibiza. Según las primeras estimaciones, podría haber fallecido en julio. El aviso llegó alrededor de las 10:00 horas, cuando vecinos, preocupados por la falta de movimiento del hombre y de sus vehículos, decidieron comprobar qué sucedía.
La Guardia Civil confirmó la presencia del cuerpo dentro de la caravana. Estaba tumbado en el sofá y no se apreciaban signos de violencia. Vivía allí desde hacía unos cinco años y, según vecinos, era una persona tranquila y reservada. Su ausencia pasó desapercibida durante meses, hasta que los residentes detectaron la inusual inactividad.
Por el avanzado estado de descomposición y el espacio reducido de la caravana, los bomberos colaboraron en la extracción del cuerpo. Tras la autorización judicial, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para determinar la causa de la muerte, según ha publicado Europa Press.
La noticia ha causado conmoción entre los vecinos, quienes reflexionan sobre la soledad de algunas personas y la importancia de mantener contacto con quienes viven aislados. La Guardia Civil mantiene la investigación abierta, aunque los indicios iniciales apuntan a causas naturales.
Este hallazgo también plantea preguntas sobre las condiciones de vida en caravanas y la necesidad de apoyo para quienes eligen un estilo de vida autónomo y solitario. Sant Antoni enfrenta así el impacto de un descubrimiento inesperado que ha sacudido a la comunidad.