Hoy: 27 de noviembre de 2024
Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres han descubierto que una neurohormona permite a las estrellas de mar escapar de los depredadores desprendiéndose de sus extremidades.
Asimismo, la autotomía, la capacidad de un animal de desprenderse de una parte del cuerpo para evadir a los depredadores, es una estrategia de supervivencia bien conocida en el reino animal.
Si bien el desprendimiento de la cola en los lagartos es un ejemplo conocido, los mecanismos detrás de este proceso siguen siendo en gran medida un misterio.
Ahora, los científicos han desvelado una pieza clave del rompecabezas. Al estudiar la estrella de mar europea común, Asterias Rubens, identificaron una neurohormona similar a la hormona de la saciedad humana, la colecistoquinina (CCK), como reguladora del desprendimiento del brazo.
Además, los científicos proponen que cuando esta neurohormona se libera en respuesta al estrés, como el ataque de un depredador, estimula la contracción de un músculo especializado en la base del brazo de la estrella de mar, lo que hace que se rompa. Los hallazgos se publican en Current Biology.
Las estrellas de mar poseen unas increíbles capacidades regenerativas que les permiten recuperar las extremidades perdidas con el paso del tiempo. Comprender los mecanismos precisos que subyacen a este proceso podría tener importantes implicaciones para la medicina regenerativa y el desarrollo de nuevos tratamientos para las lesiones de las extremidades.
La Dra. Ana Tinoco, miembro del grupo de investigación con sede en Londres, que ahora trabaja en la Universidad de Cádiz, explicó en un comunicado: “Nuestros hallazgos arrojan luz sobre la compleja interacción de las neurohormonas y los tejidos implicados en la autotomía de las estrellas de mar. Aunque hemos identificado un factor clave, es probable que otros factores contribuyan a esta extraordinaria capacidad”.
“Esta investigación no solo revela un aspecto fascinante de la biología de las estrellas de mar, sino que también abre las puertas para explorar el potencial regenerativo de otros animales, incluidos los humanos”, sostiene Maurice Elphick, profesor de Fisiología Animal y Neurociencia en la Universidad Queen Mary de Londres .
“Al descifrar los secretos de la autoamputación de las estrellas de mar, esperamos avanzar en nuestra comprensión de la regeneración de tejidos y desarrollar terapias innovadoras para las lesiones de las extremidades”. señala.