Investigadores han revelado los genomas de siete individuos pertenecientes a la cultura Lincombiano-Ranisiano-Jerzmanowskiano (LRJ), un grupo humano que habitó Europa hace aproximadamente 45.000 años. Los restos, hallados en cuevas de Alemania y la República Checa, representan las muestras genéticas de humanos modernos más antiguas fuera de África.
Estos antiguos genomas, probablemente de piel oscura y envueltos en pieles de animales, formaban pequeños grupos nómadas que se desplazaban por la tundra cazando animales de gran tamaño. Los estudios genéticos indican que la población LRJ era muy reducida, con pocos cientos de individuos en total, y mantenían estrechos lazos familiares, según Clarín.
Los análisis también revelaron que estos humanos modernos compartían ADN con los neandertales, lo que indica que el mestizaje entre ambos grupos ocurrió entre 1.000 y 2.500 años antes de la existencia de los LRJ, es decir, hace unos 46.000 años. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre las primeras migraciones humanas desde África y cómo interactuaron con otros homínidos en su camino hacia Europa.
Aunque los LRJ se extinguieron sin dejar descendencia genética directa en la actualidad, su historia destaca la complejidad de la expansión humana fuera de África. Los investigadores continúan buscando fósiles y ADN en otras regiones para entender mejor cómo se desarrollaron estas migraciones y qué papel jugaron otros grupos humanos en Asia y Australia.