La Guardia Civil,en colaboración conjunta con la Policía Nacional, han desmantelado este 18 de julio a una banda criminal conformada por cinco personas que se dedicaban a robar cables de cobre a nivel nacional para posteriormente venderlos en chatarrerías, y de este modo sustrajeron bienes valorizados en un total de 567.471 euros.
Según fuentes de la Guardia Civil, el modus operandi de estos sujetos consistía en hacer huecos y agujeros (butrones) en paredes, techos, suelos para extraer el material de empresas de almacenaje y distribución de material eléctrico. La investigación comenzó en marzo de este año, cuando se registraron hechos delictivos de similares características en provincias como Alicante, Albacete, Murcia y Valladolid.
El mecanismo empleado para realizar estos actos empezaba por alquilar furgonetas y coches particulares, vehículos que eran utilizados para trasladar el material robado, el cual era transportado inmediatamente a empresas de recuperación y reciclado de localidades aledañas para su venta, de este modo evitaban que sus fechorías no sean detectadas en la misma provincia del robo.
Las autoridades descubrieron que la organización de esta banda estaba conformada por cinco miembros, entre hombres y mujeres, que podían cometer hasta tres robos en una misma noche, logrando sustraer en una oportunidad hasta 380.000 euros. Sus principales objetivos eran bobinas de cable de cobre recubiertas de plástico que tienen un peso de 6.000 y 8.000 kg, por lo que las troceaban para poder transportarlas.
Tras una larga investigación, se logró conocer la identidad de los individuos y se procedió a mantenerlo en vigilancia, siendo detenidos dos de los integrantes cuando se trasladaban con un furgoneta cargada de material robado en la localidad de Bullas, Murcia. Posteriormente, se detuvo a otro miembro en Aspe y a otros dos en Novelda.
Para concluir, la investigación puso el foco en dos empresas de recuperación y reciclado de metales en las localidades de Leganés (Madrid) y en Numancia de La Sagra (Toledo), que se presume compraban el cobre sustraído en complicidad con los autores. Por lo tanto, fueron también detenidos los dueños de estas empresas, sumándose así un total de nueve implicados.