A Pedro Almodóvar se le ha muerto el gato y sufre el desconsuelo de no tener a quien acariciar constantemente, aunque se reconforta alabando al presidente de Gobierno: “No habrá otro como él”… en esa esperanza navegamos, amado director, Dios te oiga. En Granada se han encontrado, de pronto, a un gato muerto y los animalistas exigen responsabilidades a la sociedad circundante, buscando a los asesinos o a los descuidados, que no hay derecho a que mueran los gatos así como así.
También en Inglaterra hay animales y animalistas que buscan la forma de cerrar un criadero de salmones, porque su naturaleza es ir contra la corriente de los ríos y los salmones, que han nacido fuera de ellos, buscan afanosamente las aguas caudalosas… Pronto nacerá un partido político que defienda la verde vida de las lechugas y pedirán que comamos los recortes de los cinamomos.
“Cosas veredes”, parece ser que dijo Rodrigo Díaz de Vivar al rey Alfonso VI, refiriéndose a las muchas insensateces que les quedaban por aparecer. No se imaginaba las que a nosotros nos quedan todavía.
pedrouve