Hoy: 23 de noviembre de 2024
La jueza Mary Marlowe Sommer de Nuevo México ha sentenciado a Hannah Gutierrez-Reed, supervisora de armas de la película Rust, a 18 meses de prisión por homicidio involuntario. Gutierrez-Reed estaba a cargo del manejo de armas en el set donde el actor Alec Baldwin disparó munición real, resultando en la muerte de la directora de fotografía, Haylna Hutchins.
A pesar de que la absolvieron de un cargo adicional por manipulación de pruebas, Gutierrez-Reed enfrenta las consecuencias legales debido a su responsabilidad en el fatal accidente. Los fiscales presentaron este cargo después de afirmar que la armera transfirió una “pequeña bolsa de cocaína” a otra persona tras un interrogatorio policial el día del tiroteo, el 21 de octubre de 2021.
Esta condena representa la pena máxima para los delitos por los cuales un jurado la declaró culpable el 6 de marzo pasado, relacionados con el incidente ocurrido durante la grabación de este western.
El fiscal especial, Kari Morrisey, ha dicho al jurado que la encargada de la seguridad “fue negligente, descuidada, desconsiderada” y que estaba más “preocupada por su carrera” que por las víctimas, según ha informado la cadena de televisión estadounidense NBC.
Gutierrez-Reed es la primera persona en enfrentar juicio en este caso, que puso el foco en los estándares de seguridad de la industria cinematográfica. La Fiscalía argumentó que la supervisora de armas no realizó controles de seguridad fundamentales, por lo que sus errores permitieron que las balas llegaran al set, alegando que sus acciones contribuyeron a la muerte de Hutchins.
Sin embargo, durante el juicio, Jason Bowles, abogado defensor de la acusada, señaló que la culpa no recae en la supervisora de armas, sino que utilizan a su cliente como chivo expiatorio. Así, ha cuestionado cómo llegó la munición al set y ha alegado que el equipo de producción había creado un ambiente inseguro que creó “condiciones realmente difíciles”.
El actor disparó por accidente a la directora de fotografía durante la grabación de una escena y con un arma que debía ser de fogueo, pero que, por motivos desconocidos, estaba cargada. Tanto Baldwin como la armera, Hannah Gutierrez-Reed, enfrentaron cargos formales por homicidio involuntario.
Hutchins, de 42 años, murió a causa de las graves heridas provocadas por el disparo mientras la trasladaban en helicóptero al Hospital de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. Además, también resultó herido el director de la película, Joel Souza, quien estuvo ingresado en estado grave en el hospital de Santa Fe.