Los avances terapéuticos y el diagnóstico molecular han logrado triplicar en 15 años la supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado, que suponen el 10% de los casos diagnosticados de este tipo de tumor, mientras que la mayoría de casos se detectan en estadios iniciales.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha destacado avances como la combinación de inhibidores de PARP con tratamientos hormonales o el radiofármaco 177Lu-PSMA-617, que ha consolidado el papel de la terapia dirigida al antígeno de membrana específico de la próstata (PSMA) como un pilar «fundamental» en el manejo del cáncer de próstata avanzado, todo ello con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora este miércoles.
Las continuas innovaciones que se han producido a lo largo de los años, especialmente en estadios avanzados, han permitido pasar de una mediana de supervivencia de 18 meses en 2005, hasta los más de 40 meses actuales.
En el caso del cáncer de próstata hormonosensible metastásico, los tratamientos incluyen combinaciones de agentes hormonales, como apalutamida, enzalutamida, abiraterona o darolutamida, o tripletes que asocian docetaxel con agentes hormonales tales como abiraterona o darolutamida.
Cuando se trata la enfermedad resistente a castración, las opciones se amplían a quimioterapia con docetaxel o cabazitaxel; nuevos agentes hormonales como abiraterona o enzalutamida; y radiofármacos como radio-223 o 177Lu-PSMA-617, seleccionándose según las características del paciente y los tratamientos previos.