Hoy: 22 de noviembre de 2024
La Mesa del Parlament ha expulsado hoy a Laura Borras de la Presidencia del Parlament, con los votos a favor del de PSC-Units, ERC y CUP tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de dictar auto de apertura de juicio oral por los presuntos delitos de prevaricación y falsedad documental.
Con el acuerdo de la mesa, Borràs ha perdido todos sus derechos y deberes como diputada. La ya expresidenta se ha quedado sin sueldo, sin el derecho a votar, sin poder participar en las comisiones ni en los plenos de la cámara autonómica, según han informado fuentes vinculadas al periódico Confilegal.
La votación en la Mesa ha tenido lugar después de que, en los últimos días, estos partidos le hayan pedido que se apartara voluntariamente y que, en caso de no hacerlo, votarían a favor de suspenderla con base en el artículo 25.4 del Reglamento, que obliga a la Mesa a suspender a los diputados que se enfrentan a un juicio por delitos vinculados a la corrupción.
Tan solo la magistratura Aurora Madaula ha votado a favor de su inocencia, pero su apoyo no ha sido suficiente ante los cinco dedos levantados de ERC, PSC y CUP, que señalaban su responsabilidad como culpable de los delitos que se le imputaban.
Borràs tenía la opción de dimitir para que otro compañero de su mismo partido, ocupara su puesto. Sin embargo, la ex presidenta del Parlament ha desechado esta opción. Esta negativa provocará que quien le suceda en el cargo será un miembro de Esquerra, que contará, a partir de hoy, con ambas presidencias; la de la Generalitat y la del Parlament.
De hecho, Borràs ha hecho una intervención inicial en la Mesa, antes de abandonar la sala, donde ha sostenido que su causa no se ajusta a la finalidad del artículo del reglamento de Parlament que contempla la suspensión preventiva de los diputados, y ha pedido a los miembros del órgano que votaran «en conciencia».
El pasado martes defendió su inocencia a través de su cuenta de Twitter: «He dicho y repetido que no dimitiré. Porque hacerlo significaría aceptar que he hecho lo que me acusan de haber hecho y no. Y los que me quieran muerta, me tendrán que matar y ensuciarse las manos. Yo he venido a hacer la independencia, no a suicidarme por la autonomía».
El pasado 14 de julio se acusó a Borràs de ser responsable de un presunto amaño de contratos durante el tiempo en que presidió la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). Se le imputan a Borràs los delitos de prevaricación y falsedad documental por un presunto fraccionamiento indebido de contratos “de manera recurrente”, y “a sabiendas de que sus acciones vulneraban los principios de transparencia” de la institución que dirigía. Los beneficios de estos amaños irían destinados a un amigo suyo, identificado como Isaías H., quien, junto con un tercero, habrían ayudado a la expresidenta del Parlament a “enmascarar el fraccionamiento legal”.