Este jueves se confirmó la entrada en vigor de un pacto militar entre Corea del Norte y Rusia, un tratado que incluye cláusulas de defensa mutua y ha despertado preocupaciones en la comunidad internacional.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, firmaron este acuerdo en junio durante la visita de Putin a Pyongyang. Tras varios meses, ambos países completaron los procedimientos necesarios para su ratificación, según informa Dolartoday.
Con la ratificación intercambiada el pasado 4 de noviembre, el tratado ya es oficial, según anunció la agencia estatal norcoreana KCNA. Este acuerdo, según Pyongyang, refuerza la idea de un “mundo multipolar” basado en la independencia y la igualdad, libre de hegemonías.
El pacto incluye una disposición clave: en caso de agresión o amenaza a uno de los países, se podrán realizar consultas para coordinar estrategias y medidas de defensa mutua. Este paso representa un acercamiento sin precedentes entre los gobiernos de Moscú y Pyongyang.
Además de las implicaciones políticas, la alianza ha tenido consecuencias tangibles en el ámbito militar. Miles de soldados norcoreanos ya han sido enviados a Rusia y, según informes, están participando en combates contra fuerzas ucranianas.
Desde Ucrania, las autoridades consideran que el apoyo militar de Corea del Norte podría aumentar significativamente. Andri Cherniak, director de inteligencia militar ucraniano, advirtió que hasta 100.000 tropas norcoreanas podrían ser desplegadas en la región de Kursk, un área de intensos enfrentamientos tras la ofensiva ucraniana de agosto.
Estas afirmaciones llegan poco después de que el ministro de Defensa ruso, Andrei Belousov, destacara durante una visita a Corea del Norte que la cooperación militar entre ambas naciones «se expande activamente».
La OTAN intensifica medidas
En paralelo, los ministros de Exteriores de la OTAN han adoptado un enfoque más enérgico frente a Rusia. Durante una reunión de dos días, se acordaron estrategias para contrarrestar acciones hostiles, como ciberataques y sabotajes, que han generado inestabilidad en los países aliados.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, señaló que estas medidas buscan responder a la «postura cada vez más agresiva» de Moscú y su creciente alineamiento con China, Corea del Norte e Irán. Según Rutte, este eje podría agravar las tensiones globales y desestabilizar regiones clave como la península coreana.
Además, se destacó la preocupación de que Rusia esté brindando apoyo a los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte a cambio de soldados y armas, lo que podría escalar las amenazas contra Estados Unidos y sus aliados.
Este estrechamiento de vínculos entre Rusia y Corea del Norte marca un desafío significativo para el orden internacional, mientras la comunidad internacional evalúa respuestas ante este nuevo escenario geopolítico.