Hoy: 28 de noviembre de 2024
La catedral de Notre Dame volverá a sonar sus icónicas campanas para la reapertura de sus instalaciones el próximo 8 de diciembre. A cinco años del devastador incendio que destruyó la aguja y el techo de este monumento casi milenario, la reconstrucción sigue en marcha y enfrenta retos tanto técnicos como financieros.
El andamiaje que aún cubre parte del exterior desconcierta a algunos parisinos, que consideran que esta gran reapertura podría ser más simbólica que real. Este panorama ha generado críticas de algunos ciudadanos, quienes cuestionan la decisión de reabrir en estas condiciones, según informa El Impulso.
El presidente francés, Emmanuel Macron, quien prometió completar los trabajos en cinco años, visitará la catedral para inspeccionar su estado antes de la inauguración oficial. Aunque el interior está listo para recibir visitantes, el exterior todavía está cubierto por grúas y estructuras temporales, necesarias para restaurar completamente la emblemática aguja y otras áreas afectadas, un proceso que continuará hasta 2025 y en algunas zonas hasta 2027.
La reapertura incluirá una ceremonia encabezada por Macron el 7 de diciembre y una misa inaugural al día siguiente, marcando el regreso del monumento a la vida pública. Los visitantes podrán recorrer la catedral de forma gratuita durante la primera semana, y las autoridades esperan que supere pronto los 15 millones de visitas anuales previos al incendio.
La catedral, cuyo techo y aguja fueron destruidos en abril de 2019, está renaciendo como un testimonio de resiliencia y arte, aunque su finalización total requerirá un poco más de paciencia. A pesar de los trabajos pendientes, los líderes religiosos y culturales destacan el esfuerzo monumental detrás de la reconstrucción y su importancia como símbolo de esperanza para Francia y el mundo.
Historiadores y expertos en arquitectura defienden el ritmo acelerado de la restauración, subrayando que la construcción original de Notre Dame tomó casi 200 años. A pesar de las críticas por el andamiaje visible, consideran que las complejidades de este proyecto histórico justifican los plazos actuales.