¿En serio se votó por una dictadura?

NICOLÁS JUÁREZ CARAVEO

Nadie hasta este momento ha cuestionado la legalidad de la elección del pasado 2 de junio, donde la mayoría votó por la continuidad del proyecto mal llamado 4T, pero de eso a que con el voto se le entregó un cheque en blanco para hacer lo que quieran está muy lejano, nadie quiere una dictadura, una tiranía que sólo obedece a sus caprichos.

Lo aprobado en la Cámara de Senadores, ese frankestein denominado “supremacía constitucional” sin duda marcará un fuerte precedente en la historia y el rumbo de la República. Lo que las senadores y senadores de Morena así como sus aliados aprobaron que cualquier reforma que se haga a nuestra Constitución, será intocable y será inimpugnable por medio alguno, en pocas palabras lo que ellos decidan así quedará y nadie podrá oponerse.

Según los que saben de leyes, no se podría tocar ni por la vía de acción inconstitucional, juicio de amparo o bien controversia constitucional, en pocas palabras, los senadores pusieron un límite y nadie está por sobre la Constitución… claro sólo ellos que cuando quieran podrán hacer los cambios que les dé la gana.

Esta decisión que sacaron al cuarto para las doce, se da luego que ya no podían detener la avalancha de amparos y suspensiones que empezaron a promover decenas de jueces, eso sin contar con los recursos de controversia constitucional por el que varios han optado, como es el caso del Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua.

Y es que la avalancha de recursos legales en contra de la Reforma Judicial amenazaba con tirar todo el castillo de arena: según el Sistema Integral de Seguimiento de Expedientes del Consejo de la Judicatura Federal , jueces de todo el país habían admitido a trámite más de 225 amparos que interpusieron más de 3 mil ciudadanos en contra de la aplicación de la reforma judicial, utilizando como argumentos las violaciones al proceso legislativo y que su aplicación vulnera derechos laborales de los trabajadores del Poder Judicial. Hasta el momento se han emitido 178 suspensiones para ordenar al INE frenar el proceso electoral y tres suspensiones definitivas contra los efectos de la reforma.

Por otra parte ya hasta dan vergüenza los zafarranchos a los que se están acostumbrando senadoras y senadores de todas las fuerzas políticas, que cada día sobrepasan los límites de la prudencia, los buenos modales y hasta las reglas mínimas de la política.

Y es que zafarrancho entre la oposición, Morena y sus aliados, es un claro ejemplo de que ya no hay argumentos para debatir por la vía de la negociación política, ya se encuentran rotos todos los canales de comunicación y eso tampoco ayuda a la nueva administración federal.

No son para nada agradables las escenas que vimos por la madrugada donde hubo de todo; mentadas, empujones, gritos, toma de tribuna, pancartas, empujones, pero nunca se tomaron en cuenta los discursos en pro y en contra de esta iniciativa, que a final de cuentas fue aprobada por mayoría, esa mayoría que acabó siendo sorda y muda.

Así como actuaron en el Senado, así actúan los dictadores, y es que en las últimas semanas se recrudeció la disputa entre la Presidencia de la República y los legisladores pro 4T en contra de los integrantes del Poder Judicial Federal en torno a la reforma judicial aprobada en septiembre para renovar por voto popular a los jueces, magistrados y ministros del país.

Se supone que el día de mañana, lunes 28 de octubre, todo el Poder Judicial Federal retomará labores, y claro seguirán litigando sino se puede frente al pueblo, lo harán desde el extranjero.

No será ninguna sorpresa cuando en la Cámara de Diputados aprueben los mismo que en la Senadores, por lo que ya legalmente queda muy poco por hacer en nuestro país.

Desde hace tiempo varios del Poder Judicial han volteado al exterior, como es el caso del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, que en los próximos días podrían dar la sorpresa de sus gestiones ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.

Como lo relata la Columna de El Diario, “En las instancias internacionales de justicia, específicamente en Washington, ya tiene cita el aparato judicial de Chihuahua para el próximo mes, producto de la controversia constitucional presentada hace unos días, todavía sin admitir en la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.

Agrega que no es una “diligencia judicial como tal, es apenas un primer contacto con la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, instancia supranacional en la que, sin lugar a dudas, terminarán los reclamos contra la reforma constitucional a los sistemas de justicia estatal y federal, promovida en la transición de Andrés Manuel López Obrador a Claudia Sheinbaum”.

Así de lamentable la justicia y la democracia que se vive en nuestro país, en donde se tiene que buscar en los tribunales extranjeros una justicia que en México parece haber sido enterrada y olvidada.

Reproducimos por su interés este artículo firmado por Nicolás Juárez Caraveo publicado en El Diario de Chihuahua.