Hoy: 1 de noviembre de 2024
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido sobre la posibilidad de vetar el proyecto de ley presentado por el Partido Republicano en la Cámara de Representantes. Biden argumenta que, de ser aprobado por los legisladores, esta medida podría “socavar” su autoridad como mandatario para asegurar que los envíos de armas estén alineados con la política exterior de Estados Unidos.
“La Administración (Biden) se opone firmemente a la Ley de Apoyo a la Asistencia de Seguridad de Israel, que busca limitar la discreción del presidente para garantizar que la entrega de ciertos artículos y servicios de defensa se alinee con los objetivos de la política exterior de Estados Unidos”, reza un comunicado de la Casa Blanca.
En este sentido, considera que este proyecto de ley “podría generar serias preocupaciones sobre la infracción de las facultades del presidente en virtud del segundo artículo de la Constitución, incluidos sus deberes como comandante en jefe y jefe del Ejecutivo y su poder para dirigir las relaciones exteriores”.
“Es una reacción equivocada a una distorsión deliberada del enfoque del Gobierno hacia Israel. (…) Si al presidente se le presenta (el proyecto de ley), lo vetará”, ha concluido la oficina de Administración y Presupuesto estadounidense.
No obstante, han hecho hincapié en que Biden “ha sido claro”: “Siempre nos aseguraremos de que Israel tenga lo que necesita para defenderse. Nuestro compromiso con Israel es férreo. Seguiremos utilizando todos los fondos asignados a Israel de conformidad con los requisitos legales, incluido el reciente paquete, lo que hace que este proyecto sea innecesario e imprudente”, ha manifestado.
Por último, ha aseverado que la eventual promulgación de la ley “podría generar una espiral de consecuencias no deseadas, prohibiendo a Estados Unidos ajustar de cualquier manera la postura de asistencia de seguridad con respecto a Israel, incluso abordar necesidades emergentes imprevistas”.
Los legisladores republicanos presentaron un proyecto de ley que obligaría a la “entrega rápida” de artículos y servicios de defensa a las autoridades israelíes, reafirmando el “derecho de Israel a la autodefensa”. Esta medida tuvo lugar después de que Biden advirtiera de que dejará de enviar armamento a Israel en caso de que inicie una ofensiva a gran escala en Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, donde se refugian más de 1,4 millones de palestinos desplazados, al considerar que podría utilizarse para matar a civiles.