El presentador se ha dejado ver entrando en el parking de la vivienda de su ex rápidamente para evitar las cámaras de los medios de comunicación
A pesar de todas las polémicas que han protagonizado en los últimos años, de todos es sabido que si hay algo que une por encima de todo a Fabiola Martínez y Bertín Osborne son sus hijos, en especial el mayor, Kike. En enero de 2007 llegaba al mundo su primer hijo en común con una parálisis cerebral producida por una listeria que sufrió su madre durante el embarazo y desde entonces él ha sido el eje de ambos.
Ayer, Kike cumplió 17 años y como no pudo ser de otra manera, su madre organizó una fiesta de cumpleaños con sus seres queridos más cercanos. Una celebración en la que no faltaron los globos, ya que a media tarde se podía ver cómo llegaba el padre de la empresaria a su casa cargándolos para preparar todo.
El pasado fin de semana, Fabiola escribía un emotivo mensaje en sus redes sociales adelantándose al día de su cumpleaños y derrochando su amor por él: “Amor de mi vida. En solo unos días cumplirás 17 años ¿Quién nos lo iba a decir? Y todo lo que nos queda por compartir y aprender, si Dios quiere”.
Y es que, tanto Bertín y Fabiola han comentado en numerosas entrevistas que cuando Kike nació fueron pocas las esperanzas que les dieron a que pudiera desarrollarse, sin embargo, con mucho esfuerzo y sacrificio han conseguido salir adelante juntos.
El que tampoco se ha querido perder la fiesta de cumpleaños de Kike ha sido su padre, Bertín Osborne, que se dejó ver entrando en el parking de la vivienda rápidamente para evitar las cámaras de los medios de comunicación. Una reaparición que se produce después de acudir hace unos días a la clínica donde se encontraba su hija Claudia tras el nacimiento de su última nieta.