Hasta diciembre de 2023 han sido arrestadas más de 1.200 personas por su participación en los disturbios
El 6 de enero se cumplen tres años desde que una turba de seguidores de Donald Trump irrumpiera en la sede del Capitolio de Estados Unidos para detener la sesión que confirmaba el triunfo de Joe Biden en las presidenciales de 2020 y desde entonces se han emitido cientos de sentencias.
Hasta diciembre de 2023, unas 1.240 personas han sido arrestadas en relación a su participación en los disturbios, que van desde delitos menores como allanamiento de espacios restringidos, a cargos muchos más graves como atentando contra la autoridad, intento de detener la confirmación del resultado electoral, o el peor de ellos, conspiración para revertir el Estado de derecho.
Entre quienes fueron condenados por conspiración está Enrique Tarrio, líder de la milicia Proud Boys, uno de los muchos grupos armados de ultraderecha que participaron aquel día en unas protestas que dejaron de manera directa o indirecta una decena de muertos, ya que algunos agentes fallecieron días después por las secuelas de los ataques, o bien incluso se acabaron suicidando.
Paradójicamente Tarrio no estuvo presente aquel 6 de enero de 2021 en las calles de Washington, pero su papel como organizador tuvo el impacto suficiente, como dijeron los tribunales, en los hechos de aquel día. Los 22 años de cárcel a los que fue condenado en septiembre de 2023 son la mayor pena impuesta hasta ahora.
Condenas por participación en el asalto al Capitolio de EEUU
La suya fue una de las varias sentencias de prisión a las que fueron condenados otros miembros de su organización, así como otros líderes de los diferentes grupos que camparon a sus anchas fuertemente armados aquel día, como Stewart Rhodes, jefe de los Oath Keepers, condenado a 18 años de cárcel.
Si bien las penas más altas han quedado reservadas a quienes engordan estas milicias, algunos estarán un tiempo entre rejas por rociar con spray pimienta a los sobrepasados agentes que intentaron hacer frente a los sediciosos, o por romper la primera ventana del capitolio, un dudoso honor que le ha costado 10 años de cárcel a Dominic Pezzola. A Richard Barnett, por irrumpir y sentarse en las oficinas de Nancy Pelosi, le han caído 4 años.
Todos ellos forman parte de los 450 casos que han acabado en penas de cárcel, aunque también hay algunas de apenas unos días. Alrededor de 170 personas han sido condenadas en juicio, mientras que sólo dos han sido absueltas. Aproximadamente otros 710 sujetos se han declarado culpables, de los cuales 210 por delitos graves.
Después de ser condenadas o declararse culpables, unas 720 personas han recibido sentencia. Mientras tanto, todavía quedan pendientes 350 casos por resolver. A pesar de las 1.240 detenciones, las autoridades estadounidenses creen que esa cifra podría ser solo la mitad del total de acusaciones que finalmente se presentarán.