Cada día se marchitan en el mundo incontables jardines olvidados, se secan riachuelos en el bañador de los muchachos y más de un bosque se sacrifica para que no falten papeles donde escribir ni mesas donde apoyar los pensamientos. Una muchedumbre de cadáveres con los ojos abiertos se desploman en la ancha superficie de los desgraciados; mientras, el Presidente de Estados Unidos quiere comprar Groenlandia para que no le falten cubitos de hielo a sus vasos de güisqui y un terreno espacioso en Canadá donde pueda coleccionar rotuladores.
…La vida es una locura trasplantada de neuróticos en salsa verde que quieren pasar a la Historia contagiándose unos a otros la gangrena de la insensatez.
Nuestro Presidente, como ya nadie le cree, llena las sillas de los salones con siluetas de inteligencia artificial y grita que sacará los votos precisos debajo de las piedras sabiendo que, debajo de las piedras, sólo sobreviven los gusanos que él lleva años entreteniendo con hojas de morera… pero cada día se secan bosques de seda en la ilusión de España y eso de “subir las pensiones” es la sedación colectiva que enmaraña en perfidias la democracia.