Hoy: 26 de noviembre de 2024
Desde que la pequeña Anita entró en su vida, Ana Obregón ha encontrado refugio en su nieta y rara vez se deja ver en público. La actriz está viviendo uno de los momentos más dichosos de su existencia, pues tras el fallecimiento de su hijo Aless Lequio el pasado 13 de mayo de 2020, su vida ha experimentado una transformación completa.
La decisión de la bióloga de recurrir a la gestación subrogada para tener un bebé y cumplir así el deseo de su difunto hijo de traer descendencia al mundo tomó a todos por sorpresa. Sin embargo, Ana Obrregón no dudó en cumplir ese deseo, y desde hace un año, la llegada del bebé la ha transformado en una nueva persona.
El equipo de Europa Press tuvo la oportunidad de encontrarse con Ana Obregón mientras celebraba el cumpleaños de su gran amigo Raúl Castillo. La actriz irradiaba felicidad, con una sonrisa resplandeciente y rodeada de una compañía exquisita. “Me han sacado de casa”, expresó con alegría. Como ella misma admite, son pocas las ocasiones en las que sale de su hogar: “No salgo de casa nada más que para trabajar”.
“No dejo a Anita, no voy a ningún lado”, ha aclarado antes de advertir que hacía cinco años que no pisaba el restaurante en el que han comido a propósito del 50 cumpleaños de su amigo. “Anita me quita el tiempo, antes era mi luto y ahora pues poco a poco”, ha confesado la presentadora.
La actriz, que lucía un look totalmente rosa, no ha podido evitar emocionarse cuando se le ha preguntado por el primer aniversario de la publicación del libro homenaje a su hijo.
En medio de la tristeza y la nostalgia, Ana Obregón elige celebrar la vida y el legado de su querido hijo Aless, encontrando consuelo y esperanza en el amor y el apoyo de sus amigos y seres queridos.