Con la llegada del invierno y el aumento de virus respiratorios, los remedios caseros ganan protagonismo como aliados en la prevención y alivio de síntomas. Tim Spector, epidemiólogo y profesor en el King’s College de Londres, ha compartido un método sencillo que combina las propiedades del ajo y la miel para combatir los resfriados y el dolor de garganta.
El doctor Spector, conocido por su labor divulgativa en redes sociales, explica cómo preparar este remedio fermentado. El proceso consiste en introducir aproximadamente diez dientes de ajo en un tarro de miel, remover ligeramente y dejar reposar la mezcla en un lugar oscuro durante al menos una semana. Según detalla, es importante voltear el tarro a diario para garantizar que los ajos queden bien sumergidos y abrirlo cada dos días para liberar los gases generados por la fermentación.
El ajo, reconocido por sus propiedades antimicrobianas y antivirales, contiene inulina prebiótica, un tipo de fibra que favorece la salud intestinal y refuerza el sistema inmunitario. Por su parte, la miel no solo mejora la gravedad y frecuencia de la tos, sino que también actúa como un potente calmante natural para la garganta.
Una vez listo, Spector sugiere consumir el preparado directamente del tarro cuando aparezcan síntomas como dolor de garganta o congestión nasal. Además, recomienda usarlo como aliño en ensaladas o para potenciar el sabor de verduras asadas, ofreciendo una alternativa nutritiva y saludable.
Estudios clínicos respaldan las propiedades antibacterianas del ajo y la capacidad de la miel para aliviar problemas respiratorios. Aunque este remedio no sustituye tratamientos médicos convencionales, puede ser una opción complementaria para fortalecer el organismo y mitigar los síntomas del resfriado.
El epidemiólogo subraya la importancia de la alimentación en la prevención de enfermedades. “Algo tan aparentemente alejado de la dieta como un virus está directamente relacionado con la salud inmunitaria”, apunta Spector, quien anima a integrar en la dieta alimentos ricos en nutrientes esenciales como los del ajo y la miel.
Este sencillo remedio se presenta como una opción económica y accesible para cuidar la salud durante los meses más fríos del año, demostrando que los recursos naturales pueden jugar un papel clave en el bienestar cotidiano.