La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha prolongado el aviso por ola de calor hasta el jueves 14 de agosto. Se esperan temperaturas extremas, con hasta 44 °C el martes y miércoles, especialmente en las principales depresiones del cuadrante suroeste.
Este sábado, se prevén descensos moderados en el norte peninsular y ascensos también moderados en el tercio suroeste. Aun así, se superarán los 36-38 °C en gran parte del interior. En los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir se alcanzarán los 40 °C.
El domingo subirán las temperaturas en el norte peninsular, litorales catalanes y tercio suroeste. El lunes se esperan nuevos ascensos en el litoral levantino, Cantábrico oriental y extremo suroeste, mientras que bajarán notablemente en el tercio noroeste. Se alcanzarán 40-42 °C en los valles del suroeste, y hasta 40 °C en el valle del Ebro y depresiones del noreste.
En Canarias, el pico de la ola de calor llegará entre el sábado y el lunes. Las temperaturas podrán superar los 40 °C en Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, incluso en zonas bajas. Las mínimas también serán elevadas, sin bajar de 26-28 °C, sobre todo en las vertientes sur.
El martes y miércoles de la próxima semana podrían registrarse descensos térmicos en la vertiente cantábrica, tercio noreste, meseta norte y tercio sureste. A pesar de ello, las máximas seguirán siendo muy altas: entre 42 y 44 °C en las principales depresiones del suroeste.
A partir del jueves 14, el escenario más probable es de descensos térmicos, sobre todo en la mitad occidental. Estos descensos se intensificarán en los días posteriores. Sin embargo, las temperaturas seguirán siendo anormalmente altas el miércoles, lo que justificaría la extensión del aviso hasta, al menos, el jueves.
En cuanto a las mínimas, se mantendrán muy elevadas en gran parte del territorio. En zonas del centro, sur peninsular y litorales mediterráneos no se bajará de 23-25 °C. A partir del viernes, estos valores se extenderán a las depresiones del nordeste.
Además, se espera un ambiente propicio para el desarrollo de tormentas aisladas, que tenderán a desplazarse hacia el sistema Central e Ibérica norte. El fenómeno más significativo asociado serán las rachas de viento, que podrían ser localmente muy fuertes.