Dejar el alcohol no es fácil. Pero tu alimentación puede ser un gran aliado. Algunos alimentos ayudan a reducir la ansiedad, mejorar la digestión y recuperar el equilibrio del cuerpo. No se trata de un milagro, sino de darle a tu organismo lo que necesita para sanar.
Cuando dejas el alcohol, tu cuerpo puede sentirse cansado, inflamado y con bajones de energía. Aquí es donde entran ciertos alimentos. Las frutas ricas en antioxidantes, como los arándanos, las fresas o las naranjas, ayudan a limpiar el hígado y reducir la inflamación. Las verduras verdes, como la espinaca o el brócoli, aportan vitaminas y minerales que tu organismo necesita para recuperarse.
Las proteínas de buena calidad también son esenciales. Huevos, pescado, legumbres o frutos secos ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y reducen los antojos de alcohol. Los alimentos ricos en fibra, como la avena o la quinoa, apoyan la digestión, que puede verse afectada cuando se deja de beber.
Beber suficiente agua y tisanas también es clave. Mantenerse hidratado ayuda a reducir la sensación de ansiedad y los síntomas de abstinencia leves. Infusiones de jengibre o manzanilla pueden ser especialmente reconfortantes.
Se sabe que dejar el alcohol también afecta tu estado de ánimo. Se pueden sentir irritabilidad, tristeza o ansiedad. Según ha publicado Infosalus, una buena alimentación puede ser un apoyo importante en este proceso. Alimentos ricos en triptófano, como el plátano, los frutos secos o el pavo, ayudan a la producción de serotonina, la hormona que regula el bienestar emocional.
El consumo de alimentos integrales y naturales también estabiliza la energía y mejora la claridad mental. Evitar los ultraprocesados y el exceso de azúcar es fundamental, ya que pueden generar picos de ansiedad o deseos intensos de beber.
Por último, incorporar probióticos, presentes en yogur, kéfir o chucrut, favorece la salud intestinal. Un intestino sano está estrechamente ligado a la salud mental y al equilibrio hormonal.