Hoy: 23 de noviembre de 2024
Manuela Carmena (Madrid, 1944) fue vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en calidad de magistrada (1996-2001). Veintidós años después, esta tarde de comienzo del invierno madrileño luce los 52 años que tenía al incorporarse al Consejo en 1996. Habla con pasión de reformas: acceso a la carrera judicial, oposiciones, la gestión de las sentencias “que es darles vida”, vibra. “Sánchez y Feijóo aceptan un mediador. Bien. Pero no puede ser mediador Europa que ejerce de controlador. Tiene que ser una comisión de la sociedad civil, de expertos e instituciones españolas” Y, advierte, “cumplamos la sentencia de Estrasburgo y renovemos ya el CGPJ”.
Pregunta: Puigdemont quería un mediador en Ginebra. Lo ha conseguido. Feijóo lo quiere en Bruselas. Lo tiene.
Respuesta: Aceptar una mediación es admitir la incapacidad para avanzar solos en la renovación del CGPJ. Pero se equivocan en el papel de la Comisión Europa, que es el contralor. La alternativa: formar una comisión independiente con participación del presidente en funciones del CGPJ para asesorar a Sánchez y a Feijóo. O ¿es que la sociedad civil no cuenta nada? Y renovar ya con el sistema vigente, claro. No olvidemos que el Tribunal de Estrasburgo ya ha dado su veredicto: aplicar el sistema vigente. ¿Qué puede hacer el comisario europeo de Justicia? ¿Decir si el sistema de nombramientos es correcto o no? No podrá decir otra cosa que la sentencia el TEDH sobre el procedimiento.
P: ¿Son los jueces conservadores por definición?
R: Es un error identificar a los jueces como enemigos del progreso. El colectivo puede ser conservador quizá porque el derecho se estudia de una manera conservadora. Culpar a los jueces por el fracaso de iniciativas legislativas no es justo. El derecho quien más lo necesita son las personas más vulnerables de la sociedad.
P: No culpa a los jueces por los efectos perversos de la ley del solo sí es sí.
R: Para nada. La ley del solo es sí se planteaba como una necesidad de derogar el código penal de 1995. Ahora ese código sirvió para rectificar la sentencia de la manada en Pamplona. El Tribunal Supremo urgió a aplicar bien el código, que ya contemplaba la necesidad del consentimiento, y se cambió la sentencia. Y los jueces hemos condenado por violaciones en muchísimos casos. Ha sido un error partir del código de 1995 como el “código de la manada”. No era cierto. Lo que latía era la idea de que la burguesía se apoya en el derecho para explotar a la clase obrera. En el caso de la agresión sexual, lo que se dijo era que los jueces eran en su mayoría machistas. Mi experiencia no ha sido esa. He visto en mis compañeros posiciones muy duras en líneas generales en estos asuntos. Esta concepción antigua de la izquierda no tiene ni pies ni cabeza. Y al mismo tiempo la prensa se hace eco de que los vocales del CGPJ con el mandato vencido no se quieren ir. Y se crea una leyenda negra sobre los jueces.
P: ¿Los jueces tienen que elegir directamente a los 12 vocales del CGPJ de procedencia judicial?
R: ¡Pero por qué no dicen la verdad! Que ya los eligen a través de sus asociaciones judiciales proponen a los jueces para que a su vez los designe el Congreso y el Senado.
P: ¿Comparte usted que los jueces carecen per se de legitimidad democrática, constitucional, para decidir o nombrar a los vocales del CGPJ sin pasar por el Congreso?
R: Así es. Acabo de leer el libro sobre el magistrado del Tribunal Supremo y fiscal general de la República en 1931, fusilado en 1939. Fue quien diseñó el CGPJ. Javier Elola (Barcelona, 1877-1939) explica por qué en la Constitución de 1931 no se habla de Poder Judicial. Se discute entre los grandes juristas, casi todos muertos en exilio. La soberanía solo está en el pueblo, en la nación. Y esa soberanía delega en la jurisdicción. Es que soberanía no hay más que una, no puedes tener ahí un grupo que ha superado una oposición y ya es soberano. No señor. Ustedes no son soberanos. La soberanía delega, lo ordena, ustedes son independientes, por supuesto, tengo que cumplir lo que ustedes dicen, pero yo, como Poder Legislativo, ordeno esa delegación.
P: Pablo Casado, presidente del PP, no `descubrió´ que quería cambiar el sistema de elección hasta después de abortar el pacto con el PSOE en noviembre de 2018.
R: El Watsapp de Ignacio Cosidó…
P: Es cuando llegan al acuerdo para nombrar a Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo presidente del Supremo y del CGPJ. Entonces el sistema de elección no lo ponían en cuestión…
-R: Pero si el sistema actual de elección es de Alberto Ruiz Gallardón con la ley de 2013. Fueron ellos quienes con mayoría absoluta no lo modificaron. Ahora mismo el Congreso no puede elegir a ninguno de los 12 vocales jueces que no haya sido propuesto por las asociaciones. Es tan ridículo como lo es que tampoco desde el PSOE se dice con claridad.
P: Los ciudadanos creen, porque hasta ese punto llega la descomposición, que el CGPJ es una cueva de paniaguados.
R: Yo estuve allí y cumplí los cinco años reglamentarios. Se pueden hacer muchísimas cosas: sistema de acceso a la profesión de juez, nuevo sistema de oposición, formación. La justicia está abandonada de la mano de Dios. Hay que promover como Elola los jueces adjuntos que serían como los MIR, terminar con el sistema actual. Un error de Gallardón y de Carlos Lesmes fue dejar dedicación plena solamente para los siete miembros de la Comisión Permanente. Todos los miembros tienen que tener dedicación plena. Hay muchísimo que hacer. Tenemos todas las sentencias en el Cendoj (sistema de documentación) pero no hacemos análisis sociológico de ninguna de ellas. No hay sociólogos que analicen los supuestos fácticos. La aplicación del derecho es una consecuencia de los hechos que estás juzgando. Los comportamientos humanos están en esas sentencias y eso te ayuda para legislar. Eso se llama gestionar las leyes, convertir la ley en vida.
P: ¿Cómo ha recibido la ley de amnistía?
R: En compañía de Concepción Arenal (Ferrol 1820-Vigo 1893). Cuando se produce una tensión en una sociedad que no es habitual y no se puede resolver con las estructura habitual, aunque tu hayas sancionado las conductas, y el problema continúa porque la raíz de lo que ha provocado el castigo es algo complejo y muy relacionado con la sociedad, la amnistía puede ayudar aunque tengan también algo malo y es que se deja impune actuaciones que deben tener castigo. Es una medicina como ahora la radiación ahora que tiene efectos que pueden ser perjudiciales, pero tiene efectos sanadores. Y hay que decir ambas cosas.
P: Quería usted un segundo mandato en Madrid y estaba al alcance de su mano
R: Me apasionó la gestión. Ya la había hecho en la Audiencia de Madrid. Me costó mucho entender a Pablo Iglesias. Si yo estaba construyendo después de cuatro años lo que iba a a ser la nueva alternativa para el Ayuntamiento de Madrid, y lo hacía con los compañeros de Podemos que lo hacían bien, no comprendí porque él quería obligarme a mí a sustituir a las personas por las que él quería. Son estas cosas que cuando me pasan, me resultan tan irracionales. No soy probablemente buena para eso y no las entiendo. Para él era importante que fuese el partido el que tomara la decisión; el ayuntamiento de Madrid era secundario. Yo me equivoqué en la medida en que creí entender que lo que quería Iñigo [Errejón] era otra cosa, que él había construido la plataforma, y me parecía bien que lo hiciera, sin dejar Podemos, sin marcharse. Yo no pensaba que lo iba a dejar. Ahí me equivoqué, me había roto el tobillo malhadadamente y estaba de clínicas y se me pasó eso. No lo vi, me equivoqué. Si lo hubiese sabido le hubiera dicho que no a Iñigo, yo no compartía que se constituyera nada nuevo, sino que exclusivamente de manera táctica hiciéramos para el segundo mandato en Madrid una plataforma. Pablo nunca más me volvió a hablar Pablo, Y ya está.