Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado este miércoles acusaciones de crímenes de guerra contra cuatro soldados afiliados al Ejército de Rusia por supuestas torturas contra un ciudadano estadounidense en Ucrania en el marco de la invasión rusa de febrero de 2022.
El citado departamento ha emitido un comunicado en el que acusa a Suren Mkrtchian y Dmitri Budnik, así como a otras dos personas sin identificar, de haber interrogado, golpeado y torturado a la víctima, a la que además brindaron un “trato inhumano” y confinaron de forma ilegal durante, al menos, diez días.
“Así como el mundo ha sido testigo de los horrores de la brutal invasión rusa de Ucrania, también lo ha sido el Departamento de Justicia de Estados Unidos”, ha confirmado el fiscal general, Merrick Garland, quien ha destacado que el Gobierno estadounidense trabajará por la rendición de cuentas.
Garland ha aprovechado para agradecer la labor de las autoridades correspondientes, que han facilitado que “cuatro soldados rusos, acusados de violaciones impensables e inaceptables de los Derechos Humanos contra un ciudadano estadounidense”, hayan sido acusados y “serán llevados ante la Justicia”.
Por su parte, el director del FBI, Christopher Wray, ha denunciado que, “desde el inicio de su invasión no provocada de Ucrania, Rusia ha utilizado los abusos contra los Derechos Humanos como un arma para causar una tragedia inimaginable”, y ha incidido en que esta medida “deja claro” que Washington trabajará “para hacer justicia”.
En abril de 2022, Mkrtchian y otros soldados bajo su mando habrían secuestrado al ciudadano estadounidense de su casa en la región de Jersón, en el sur de Ucrania, y lo habrían confinado ilegalmente durante al menos diez días. Los acusados luchaban en Ucrania en nombre de Rusia cuando cometieron los supuestos crímenes durante la guerra.