Hoy: 23 de noviembre de 2024
El portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Matthew Miller, ha declarado hoy que Hamás se niega a liberar a mujeres que tienen bajo custodia desde el 7 de octubre. Miller sostiene que esto se debe a la preocupación de Hamás de que estas mujeres denuncien casos de violación perpetrados por milicianos. Durante una rueda de prensa, Miller subrayó que la pausa humanitaria fracasó porque Hamás no cumplió con los términos acordados, al romper el trato cerca del final de la tregua.
Miller no cuenta con una evaluación independiente, pero ha afirmado haber visto informes que indican que Hamás ha cometido violaciones. Se refirió a las atrocidades ocurridas desde el 7 de octubre, cuando Hamás atacó el sur de Israel, lo que resultó en la muerte de 1.200 israelíes y 240 personas como rehenes.
El portavoz del Departamento de Estado elogió la “mejora” en la estrategia militar del Ejército de Israel en la Franja de Gaza, y destacó la nueva fase de ataques que incluyen incursiones terrestres en el sur del enclave. También señaló que el Gobierno israelí ha propuesto instalaciones designadas por la ONU como zonas protegidas, e instó a la población a refugiarse en estos lugares para evitar ser objetivo de campañas militares.
A pesar de los bombardeos en áreas previamente indicadas como seguras, Washington insta a la población civil a refugiarse en lugares designados por la ONU. Matthew Miller admitió que las condiciones son difíciles y anunció esfuerzos para aumentar la ayuda humanitaria, con el enviado especial de EE UU, David Satterfield, para mantener conversaciones diarias en la región.
El portavoz reiteró la preocupación de EE UU por el alto número de palestinos muertos y llamó a Israel a adoptar medidas adicionales para minimizar el daño a los civiles. Destacó que el Ejército israelí es uno de los más profesionales del mundo, pero insistió en la importancia de revisar los planes para proteger a la población civil.
Las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, denuncian más de 15.900 muertos por la ofensiva israelí, mientras que en Cisjordania y Jerusalén Este, más de 256 palestinos han muerto desde el 7 de octubre en incidentes con las fuerzas israelíes o ataques de colonos.