Cristina García Rodero ha presentado este lunes su nuevo libro, Ser fotógrafa, un regalo de la vida de la editorial JdeJ Editores. En él plasma más de 150 imágenes de los viajes que ha realizado en 50 años como profesional, y ha reivindicado la profesión de los fotógrafos.
García Rodero ha criticado que en España aún no haya un Centro Nacional de la Fotografía y que hay pocas becas para los profesionales asegurando que “vamos muy por detrás de muchísimos países que son económicamente mucho más pobres que nosotros, como México, donde hay un Centro Nacional de Fotografía hace más de 30 años, con buenas exposiciones, con buenas publicaciones, con buena pedagogía, con buenos talleres, por eso hay esa cantidad de buenos fotógrafos en México”.
La fotógrafa ha compartido la dificultad que entraña la profesión porque “hay que estar muy atenta porque en un segundo puede cambiar todo”, aunque añade que los avances tecnológicos permiten “más facilidades”.
De todas sus imágenes, la autora ha destacado las de India con especial importancia, las del festival de los colores, Holi; las de la serie Con la boca abierta; o una imagen de una madre velando el cuerpo del hijo menor fallecido. “Fue la foto que más trabajo me ha costado hacer y más estúpida me he sentido por estar allí. Era un momento tan íntimo de dolor y fui testigo de lo que estaba pasando. La madre estaba muerta de dolor” ha relatado emocionada.
En el libro también hay espacio para sus trabajos de guerra. En Ser fotógrafa, un regalo de la vida muestra sus imágenes tanto en Georgia como en Kosovo, dos zonas que estaban en conflicto bélico en ese momento.