Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Fiscalía de Vigo solicita una condena de 13 años y medio de cárcel para un fisioterapeuta y osteópata de 39 años, acusado de presuntos abusos a cuatro clientas en una clínica de Vigo. Las perjudicadas acudieron por dolores de espalda o caderas, y una de ellas utilizaba muletas.
Asimismo, la Fiscalía expone que el acusado aprovechó su actividad profesional sin informar previamente al paciente para el tratamiento y sin obtener su consentimiento expreso entre julio de 2020 y enero de 2021, con intenciones libidinosas.
Supuestamente, el acusado proporcionaba caricias y masajes relajantes que causaban gran incomodidad en las clientas, una de las cuales sufrió una lesión psíquica leve de ansiedad. Se mencionan acciones como untar a una con aceite en zonas íntimas, invitar a otra a sus dependencias privadas para sesiones gratuitas y pedir a una tercera que lo masajeara a él.
No obstante, la Fiscalía imputa cuatro delitos de abuso sexual, dos continuados y uno más grave por penetración, y solicita una inhabilitación profesional de ocho años.
El juicio está programado para el 21 en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra en Vigo. Se propone una compensación de 3.900 euros para la víctima más afectada y 2.000 euros para las otras tres.
La Fiscalía registra ocho episodios delictivos entre agosto de 2020 y enero de 2021. Seis de ellos ocurrieron en agosto, y afectaron a cuatro víctimas, de las cuales dos sufrieron más de un ataque.
En el primer caso, una mujer con dolor de espalda visitó la consulta, y el acusado, sin justificación terapéutica, realizó tocamientos y caricias.
Cinco días después, otra clienta visitó la clínica y también sufrió tocamientos sin justificación médica.
Una semana después, el fisioterapeuta untó con aceite y masajeó con una toalla en zona erógena a una tercera paciente que sufría dolores en lumbares y caderas. Tras vestirse, el acusado pasó la mano por su cintura.
Ese mismo día, una cuarta clienta, con dolores de cadera y hombros debido a las muletas, sufrió tocamientos en la camilla.
Al día siguiente, la segunda clienta repitió visita y fue víctima de tocamientos y penetración, seguidos de masajes. La mujer sufrió una lesión psíquica y ansiedad leve.
Seis días después, la cuarta clienta volvió y fue persuadida por el fisioterapeuta para subir a su residencia para “enseñar ejercicios de rehabilitación”.
No se registraron incidentes conocidos hasta enero, donde la misma víctima fue nuevamente atacada. Tras finalizar la sesión, el profesional buscó una cita en línea.