La renuncia de Javier Izquierdo marca un nuevo capítulo en un momento especialmente delicado para el PSOE. El hasta ahora secretario de Estudios y Programas del partido ha decidido dar un paso atrás y abandonar tanto su puesto en la dirección federal como su acta de senador por Valladolid, en plena crisis interna provocada por varias denuncias de presunto acoso sexual que sacuden a la organización. La noticia, conocida este jueves, ha generado un notable impacto político y mediático por el contexto en el que se produce y por la relevancia orgánica del dirigente socialista.
Izquierdo ha comunicado su decisión a través de un mensaje público en la red social X, donde ha explicado que, tras años de dedicación a responsabilidades públicas y orgánicas, considera que es el momento de cerrar esta etapa. En su mensaje, ha enmarcado la renuncia como una elección personal y profesional, asegurando que afronta “otras tareas” con la convicción de que otras personas podrán desempeñar mejor esas funciones. Un cierre sobrio, acompañado de un agradecimiento, que no ha evitado que su salida quede inevitablemente vinculada al clima de tensión que atraviesa el partido.
La renuncia de Javier Izquierdo se ha producido apenas minutos después de que el medio eldiario.es publicara la existencia de una nueva denuncia por presunto acoso sexual dentro del PSOE, la cuarta en los últimos tiempos, y que en esta ocasión apuntaría directamente al dirigente socialista. Desde la sede federal del partido, en la calle Ferraz, han confirmado la dimisión, aunque han subrayado que este tipo de denuncias se gestionan bajo estricta confidencialidad, evitando pronunciarse sobre su contenido o veracidad.
Este episodio se suma a una serie de acontecimientos que han colocado al PSOE en el centro del debate público sobre cómo abordar, investigar y prevenir conductas de acoso en el ámbito político. En este contexto, la secretaria de Organización del partido, Rebeca Torró, tiene previsto presentar las conclusiones de la investigación interna relacionada con otro caso reciente, el del exdirigente Francisco Salazar. Además, junto a la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé, ha convocado una reunión presencial con todas las responsables de esta área para reforzar los protocolos y enviar un mensaje de firmeza interna.
Más allá de nombres propios, la salida de Izquierdo refleja la complejidad del momento que vive el PSOE. Un momento en el que la exigencia social de transparencia, responsabilidad y coherencia es máxima, y en el que cada decisión tiene un peso que va más allá de lo individual. La gestión de esta crisis será clave no solo para el futuro inmediato del partido, sino también para la credibilidad de sus compromisos en materia de igualdad y protección dentro de sus propias filas.