El pudridero es el lugar que se creó para enterrar por un largo tiempo los cuerpos de los reyes fallecidos -más de 30 años- hasta su total putrefacción. Pasado ese tiempo, eran trasladados al panteón real, un monumento grandioso que pasaría a dar testimonio, para la posteridad, de quiénes fueron y de cómo transcurrió su historia y su reinado. Esto es solo un apunte para la introducción al siguiente relato.
Todo funcionaba en aquel país sin grandes deformaciones para los ciudadanos, la mayoría cumplía con sus obligaciones de pagos de impuestos, las empresas más o menos salían adelante, eran otros tiempos, otros gobiernos y otra moral…
Hoy, quien puede, se marcha fuera para trabajar y poder mejorar su vida, aumentan los traslados a otros países, es muy triste y preocupante ver como jóvenes con verdadero talento se van del país. Primero por no encontrar trabajo acorde con su formación y titulaciones, y luego por los altos impuestos y la falta de expectativas para la creación de puestos de trabajo, con la imposibilidad de poder poner en funcionamiento nuevas empresas.
La propiedad privada se respetaba y el ahorro daba seguridad para el después de las vidas activas. Existía un orden controlado, no invadían las propiedades y existía el castigo severo a los que delinquían, entre los que se encontraban entonces encerrados violadores, pederastas y mata viejos y viejas por su debilidad para defenderse. Hoy están muchos de esos verdugos indeseables en la calle.
Las familias mandaban a sus hijos al colegio sin ningún temor a que pudieran sufrir cualquier ataque. Las personas mayores paseaban o iban a la compra sin miedo a ser arrastradas del bolso o del carrito de la compra por unos indeseables sin piedad ni escrúpulos montados en bicicleta o patinete. Hoy es más fácil ser atacados por esos viles cobardes que se crecen ante los débiles.
Nuestros hijos adolescentes podían acudir a las reuniones con sus amigos o parejas sin dejarnos con ese sabor amargo que da la preocupación hasta verles llegar de regreso a casa.
Las empresas de seguridad funcionaban bien y acudíamos a ellas para asegurarnos más tranquilidad. Ahora esas empresas de seguridad están creciendo en clientes y más que nunca acudimos a ellas porque no nos sentimos seguros con las leyes impuestas por quienes nos gobiernan.
Las mujeres podían salir y regresar a sus casas sin mirar a su espalda y acelerar el paso por temor a ser atacadas. Se suelen ver, y en pleno día, actos vandálicos con peleas en la calle, a ojos de todos. Hoy todo ha cambiado a peor por la pasividad de todos nosotros y las imposiciones laxas de quienes fabrican leyes que sufrimos desde hace años.
El pudridero hoy lo tenemos en la superficie de nuestra piel de toro, lo peor es que los que deben velar por el bienestar de los ciudadanos no se rasgan las vestiduras por esa putrefacción que se siente y se huele, no hacen nada para limpiarlo.
Cuanto más dure su pestilencia más costará su desaparición, parece ser que tienen algo que ocultar en sus vidas y obras por miedo a ese enfrentamiento que les supondría su muerte social, porque el miedo al castigo es muy poderoso, aquí todos niegan y todos mienten, sin ningún pudor.
Cada día vemos manipulaciones, mentiras, leyes que afectan a nuestro medio de vida, es patente el descontrol en el mando de esta España que resulta irreconocible no solo para los españoles, sino para todos los países.
Nuestra presencia como país levanta ampollas a muchos mandatarios, esos que luchan por el crecimiento económico y el bienestar de sus ciudadanos, dando a conocer las bendiciones del crecimiento en sus países.
Lo que está ocurriendo hoy en este país es verdaderamente demencial, pero mientras existan plagas de chupópteros será mejor emigrar a lugares donde poder crecer económicamente, y no como está pasando hoy aquí, viendo desaparecer día a día tus pequeños ahorros para tu después, que van desapareciendo.
Así es imposible llevar una vida familiar, empresarial o creativa. Mientras en la formación de nuestros jóvenes no influya el esfuerzo y la responsabilidad, con la base de un empeño en las obligaciones de cada cuál, no será posible aspirar a un futuro mejor sin ellos, son nuestro futuro y debemos formarlos en la base primordial de darles esos ejemplos a seguir para que sean capaces de lograr ser dueños de su libre pensamiento y así crecer en conocimientos y formación humana, con esa empatía tan necesaria para vivir con una paz duradera que nos haga sentir seguros en nuestro país.
El pudridero quedará donde debe continuar desde su creación y no en las alfombras que únicamente pretenden dar prestigio y belleza a esos lugares donde se debe crear patria y no destrucción ni graves enfrentamientos sin decoro alguno.
Las manchas son muy difíciles de quitar y la frase de «Ahora pisan alfombras» tiene connotaciones muy explícitas para algunos que faltan al ritual de las verdades en una tribuna que representa al mismo corazón de la patria y a todos los españoles.
Representantes con honor son los que nos hacen falta, no todos saben hacerlo, más si lo perdieron por su avaricia y mala praxis, en contra de todo un país, nunca podrán limpiar sus nombres y pasarán a la historia como los peores gestores desde que se proclamó la democracia en este país.
¿En este país hoy se gobierna cumpliendo con una democracia íntegra? Es la pregunta que se hacen muchos ciudadanos españoles hoy en día.
¿Tenéis valor a responderla con total honestidad?