Lo ha esperado durante décadas y, finalmente, su momento llegó. Raphael fue reconocido como Persona del Año en los Latin Grammy 2025, un homenaje a más de 60 años de carrera y a su influencia en la música latina. La gala, celebrada en Las Vegas, estuvo a la altura de su legado: elegante, emotiva y llena de grandes artistas que quisieron acompañarlo.
Desde Aitana hasta David Bisbal, Rozalén, Pablo López, Enrique Bunbury o Silvia Pérez Cruz, todos se sumaron a una velada en la que se celebró no solo la voz única de Raphael, sino también su historia. El Teatro del Hotel Mandalay vibró con sus icónicos temas, entre ellos Mi gran noche y Como yo te amo. A sus 82 años, y tras un período de retiro temporal por un tumor cerebral, Raphael demostró que sigue siendo un artista imparable.
La noche fue aún más especial porque Raphael estuvo rodeado de los suyos. Natalia Figueroa, su eterna compañera, brilló con un elegante vestido negro, y sus hijos Jacobo, Alejandra y Manuel compartieron la emoción de ver a su padre y abuelo homenajeado. También estuvieron presentes dos de sus nietos mayores, Manuela y Carlos, quienes mostraron orgullo y cariño en cada instante, según Hola.
Manuela, de 22 años, lució un vestido chocolate y recogió su cabello con elegancia. Fan incondicional de su abuelo, ha posado con él en varias ocasiones importantes. Su hermano Carlos, de 20 años, heredó la pasión por la música y también practica deporte con entusiasmo. Raphael no dejó de mostrar su alegría por compartir la velada con su familia, confesando que lo que más le ilusionaba era “pasarlo bien con ellos”.
Entre risas, aplausos y lágrimas, la gala se convirtió en un recorrido por su carrera. David Bisbal le dedicó palabras llenas de emoción, recordando la disciplina y el esfuerzo que acompañaron siempre al artista. Rozalén y Aitana también celebraron su influencia, resaltando su voz única y la capacidad de poner alma a todo lo que hace.
Sin duda, Raphael vivió su gran noche. No solo recibió un reconocimiento merecido, sino que lo hizo acompañado del amor de su familia y la admiración de colegas y fans de todo el mundo. En Las Vegas, la leyenda andaluza volvió a demostrar que su música y su espíritu siguen más vivos que nunca.