Abigail Zwerner todavía recuerda el sonido del disparo. Fue un solo tiro, pero suficiente para cambiarlo todo. Ocurrió en enero de 2023, dentro de su aula en la Escuela Primaria Richneck, en Newport News, Virginia. Tenía 25 años y enseñaba a un grupo de niños de primer grado cuando uno de ellos, de apenas 6 años, sacó un arma y le disparó.
La bala le atravesó la mano y se alojó en el pecho. “Pensé que había muerto”, declaró más tarde. Sobrevivió, pero necesitó varias cirugías y meses de recuperación. El hecho conmocionó a Estados Unidos y abrió un debate sobre la seguridad en las escuelas y la responsabilidad de los adultos frente a la violencia infantil.
Esta semana, un jurado decidió que Zwerner debe recibir una indemnización de 10 millones de dólares. El fallo considera que la exsubdirectora del colegio, Ebony Parker, actuó con negligencia grave. Parker había sido advertida, unos 45 minutos antes del tiroteo, de que el niño podía haber llevado un arma. No hizo nada.
Durante el juicio, el jurado —formado por tres hombres y cuatro mujeres— concluyó que esa inacción fue “un desprecio imprudente por la vida humana”. Zwerner había demandado por 40 millones de dólares, pero se mostró aliviada con el veredicto. Dijo que espera que su caso sirva para evitar que otros maestros pasen por lo mismo, según ha informado La Prensa.
Los testimonios revelaron que Zwerner ya había alertado sobre el comportamiento del niño. Contó que mostraba un “humor violento” y que incluso había amenazado a otros compañeros. Según los documentos judiciales, Parker se negó a escuchar las preocupaciones del personal y “no tuvo respuesta” cuando le hablaron del riesgo.
El abogado de Parker defendió que su clienta no podía haber previsto lo ocurrido. Sin embargo, el jurado no aceptó ese argumento. La decisión sienta un precedente sobre la responsabilidad de los administradores escolares en casos de violencia.
El caso penal aún no ha terminado. Parker enfrenta ocho cargos por negligencia infantil, un delito grave que podría costarle hasta cinco años de prisión.
La madre del niño también fue condenada, a casi cuatro años, por negligencia y cargos federales relacionados con armas. El menor, por su parte, no enfrentará cargos debido a su edad. Actualmente vive con un familiar y asiste a otra escuela.
Abigail Zwerner intenta seguir adelante. Dice que su pasión por enseñar sigue intacta, pero que cada día recuerda aquel momento. “Solo quiero que nadie más tenga que pasar por esto”, expresó.