España registró 210.388 nacimientos entre enero y agosto de 2025, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Son 594 más que en el mismo periodo del año anterior, una subida mínima que apenas altera una tendencia descendente que se arrastra desde hace más de una década.
El leve repunte acerca las cifras a las de 2023, cuando se contabilizaron 210.282 alumbramientos. Sin embargo, el número de nacimientos sigue muy lejos de los niveles de 2019, cuando se alcanzaron 238.244, o incluso de 2020, con más de 230.000.
La caída ha sido progresiva desde la pandemia. En los primeros meses de 2021 hubo 219.990 nacimientos, mientras que en 2022 descendieron a 217.403. El pequeño aumento de 2025, aunque positivo, apenas compensa el fuerte retroceso de los últimos años.
Durante agosto, el mes más reciente analizado, nacieron 27.818 bebés. De ellos, 9.326 fueron hijos de mujeres de entre 30 y 34 años, el tramo de edad más frecuente. Les siguieron las madres de 35 a 39 años, con 8.084 alumbramientos. Las madres de entre 25 y 29 años tuvieron 4.915 hijos, y las de 20 a 24 años, 2.297. También se registraron 2.444 nacimientos de mujeres de 40 a 44 años y 282 de entre 45 y 49. Incluso hubo 23 nacimientos de madres de más de 50 años.
Estos datos reflejan un retraso cada vez mayor en la edad de maternidad, un fenómeno que se repite en toda Europa. El coste de la vivienda, la precariedad laboral y la falta de conciliación son algunos de los factores que explican este cambio social, según ha publicado Europa Press.
El número de defunciones también aumentó. Entre enero y agosto de 2025 fallecieron 299.503 personas, 3.521 más que en el mismo periodo del año anterior. Esto supone un nuevo incremento tras varios años de cifras elevadas.
Desde 2019, el número de muertes ha mantenido una tendencia ascendente, con el pico más alto durante la pandemia. Ese año se registraron 284.572 defunciones, frente a las 335.579 de 2020. En 2022, las muertes ascendieron a 318.873, y en 2023 se situaron en 293.415.
El resultado es un saldo vegetativo negativo, es decir, mueren muchas más personas de las que nacen. España sigue sin recuperar los niveles de natalidad de hace diez años, y el envejecimiento de la población se consolida como uno de los mayores desafíos demográficos del país.
Aunque el repunte de 2025 es un pequeño respiro, la tendencia general sigue clara: cada año nacen menos niños en España y la población envejece más rápido.