¿Quién tiene la culpa?

Últimamente lo único que se escucha en los medios de comunicación es la petición de búsqueda de responsabilidades por parte de las distintas facciones políticas. Los azules contra los rojos, los morados contra los azules y los verdes, los rojos contra los verdes y los azules. Los nacionalistas contra los españoles, los españoles contra los nacionalistas. Los que piensan contra los adoctrinados. Los adoctrinados contra todos los que piensan por su cuenta.

            Si padecemos una pandemia de un virus raro fabricado en algún lugar de Asia, lo único que importa es cómo se ha gestionado dicha pandemia, si se han salvado vidas o no y quine ha hecho las cosas bien o no, siempre a ojos de los mismos. Aislamiento, mascarilla no, mascarilla si, comisión de expertos “fantasma”, vocero subvencionado, gestión de las residencias de ancianos, “triaje”, etc.

            Si entra en erupción un volcán y causa daños y hay que desalojar a pueblos enteros que son sepultados por la lava, ¿Quién tiene la culpa? Lógicamente la pregunta no concierne a la erupción del volcán, sino a la gestión de la recuperación de la zona y de la reparación de los daños.

            Si nieva en invierno y se colapsan las carreteras y se quedan atrapadas miles de personas, gilipollas que se quedan en medio de la carretera y que lo único que saben decir es que nadie ha ido a socorrerlos. ¡Hay que ser muy gilipollas! ¿Por dónde van a ir a rescatarte si estás en medio de la carretera y no permites a los quitanieves y vehículos de rescate que lleguen hasta ti?

            Si llueve torrencialmente donde lo ha hecho desde tiempo inmemorial y donde hay registradas más de 20 inundaciones catastróficas en los últimos 200 años, se piden responsabilidades por la gestión de dichas inundaciones. ¡Sí! Ha habido 228 fallecidos y miles de millones en daños. Pero habéis construido vuestras casas en lugares inundables.

            Si tenemos un apagón general, algo que no se había visto desde tiempo inmemorial, lo único que importa es saber quién ha sido el responsable. Por supuesto el gobierno no tiene ninguna culpa. Es culpa de las eléctricas o de la empresa que gestiona la Red Eléctrica, pero no del gobierno que ha legislado sobre las fuentes de creación de energía eléctrica sin tener en cuenta las advertencias de los expertos.

            Si arden miles de hectáreas de monte y fallecen algunas personas de las que valientemente se han enfrentado a las llamas se piden responsabilidades, incluso penales, que para eso tenemos a la fiscalía comprada. Pero no nos acordamos que los incendios no se combaten en verano, sino en invierno.

            El caso es que cuando pillan a algún político corrupto con la mano metida donde no debe, las responsabilidades, rápidamente se reparten y se forma un cordón sanitario alrededor del amado líder para que no le salpique la mierda.

            Tenemos que ser conscientes de que la culpa, en definitiva, es nuestra. De los ciudadanos que votamos y que ponemos a semejante pandilla de inútiles al mando de nuestro país y de nuestras comunidades autónomas. ¡Sí! Nosotros. Todos nosotros.

            Y tenemos que asumir que somos nosotros los culpables y lo somos por omisión. No asumimos que hay que cambiar nuestro voto dárselo a otro. Somos tan sumamente gilipollas que no cambiamos el voto aunque sepamos que nos están robando a manos llenas.

            Pero como dijo nuestro insigne Pío Baroja, “A una comunidad se le engaña siempre mejor que a un hombre.” Y tenemos que asumir que estamos engañados. La comunidad. El 96% de los españoles estamos engañados. El otro 4% son los que nos engañan.

            Nuestros políticos intentan insultar a sus contrincantes políticos, sobre todo a los de la llamada “extrema derecha” llamándoles “fascistas” y se olvidan de que el fascismo es un invento del socialismo, es el culmen de su política, cuando se hacen con el poder absoluto, tal y como hizo Mussolini, Hitler o Lenin.

            Voy a reproducir lo que escribió Noam Chomsky en 2012 sobre la manipulación mediática, y espero que lo leáis con atención y seáis capaces de ser conscientes de lo que está sucediendo y del fin último que persiguen nuestros actuales gobernantes:

            “El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviarla atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la atención del público distraído, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales…”.

Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad”…