Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Aunque suelen confundirse, la arterioesclerosis es el endurecimiento general de las arterias, mientras que la ateroesclerosis es un tipo específico que implica acumulación de grasa y colesterol en las paredes arteriales.
Investigadores del CNIC en Madrid descubrieron que una molécula llamada propionato de imidazol, producida por bacterias intestinales, puede causar directamente la ateroesclerosis. Este hallazgo se basa en un estudio de 15 años con más de 4,000 voluntarios.
El estudio reveló que el 63% de personas aparentemente sanas ya mostraban signos de ateroesclerosis. Al introducir la molécula en ratones, desarrollaron la enfermedad. Además, al bloquear su receptor con un fármaco experimental, se detuvo completamente el avance de la enfermedad.
Este descubrimiento ayuda a explicar por qué algunas personas desarrollan enfermedades del corazón sin tener colesterol alto u otros factores de riesgo conocidos. Un desequilibrio en la microbiota intestinal, con bacterias como Escherichia y Shigella, podría ser el origen del problema.
Las enfermedades cardiovasculares provocan más de 18 millones de muertes al año. La publicación de este hallazgo en la revista Nature refuerza su importancia y abre nuevas posibilidades para prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares.
Aunque los avances médicos son prometedores, los especialistas recuerdan que una alimentación saludable, ejercicio regular y evitar el tabaco siguen siendo claves para prevenir estas enfermedades y reducir los niveles de moléculas inflamatorias en la sangre.