El perro es considerado el animal de compañía más popular en España y para muchas personas es un miembro más de la familia, lamentablemente, la tasa de envenenamiento ya sea accidental o ocasionada es alta. Según el informe El veneno en España (2020) de SEO BirdLife y WWF, entre 1992 y 2017, el perro fue el animal más envenenado, registrando un total de 3.543 casos con un desenlace fatal para estas criaturas.
Con las vacaciones de verano y el disfrute de actividades fuera de casa, es probable encontrarnos este tipo de incidencias. Ante este tipo de situaciones es preciso saber actuar con cautela y rapidez previamente antes de llegar al veterinario.
A continuación, el diario Excelsior nos menciona algunas señales de que tu amigo puede estar envenenado:
Las señales pueden aparecer de forma repentina y pueden confundirse con malestares comunes. Sin embargo, algunos síntomas son clave para detectar un posible envenenamiento:
Los veterinarios alertan de que el tiempo de reacción es crucial. En muchos casos, los perros presentan estos síntomas minutos después de haber ingerido la sustancia tóxica.
Ante una fuerte sospecha de envenenamiento, lo más importante es mantener la calma y actuar rápido. Los expertos recomiendan no inducir el vómito sin antes consultar con un veterinario, ya que algunas sustancias pueden causar más daño al subir por el esófago.
Si es posible, se puede administrar carbón activado (en forma líquida o en cápsulas), ya que ayuda a absorber el veneno, pero siempre bajo supervisión profesional. También es importante conservar cualquier resto de comida o sustancia sospechosa para analizarla más tarde.
El perro debe ser trasladado de inmediato a una clínica veterinaria, recostado de lado, en una superficie cómoda y sin apretarlo. Durante el traslado, es importante informar al médico que se trata de un posible caso de intoxicación, mencionar síntomas, tiempo de evolución y cualquier dato sobre lo que pudo haber ingerido.
Aunque no se puede tener control absoluto del entorno, hay medidas preventivas útiles:
Sí. El maltrato animal, incluyendo el envenenamiento, está tipificado como delito en España. Documentar el hecho con fotografías, ubicación exacta y si es posible restos del cebo, puede facilitar las investigaciones.
La mayoría de los casos de envenenamiento se dan en colonias residenciales o espacios públicos donde cualquier persona puede dejar alimentos contaminados con intención de hacer daño. El patrón se repite: salchichas con vidrio, trozos de carne con veneno para ratas, e incluso galletas con pesticidas.
Aunque el fenómeno tiene más visibilidad en redes sociales, muchos episodios no llegan a los medios ni a la justicia. Por eso, informar, actuar con rapidez y prevenir pueden marcar la diferencia entre salvar o perder a un compañero de vida.