El veterano y prestigioso periodista de investigación Ernesto Ekaizer, en una entrevista concedida al medio Agenda Pública, no ve suficientes pruebas como para haber llevado a prisión a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE hasta hace dos semanas.
Ekaizer advierte de que «el caso Cerdán está siendo puesto a prueba» en unas diligencias donde los empresarios imputados «prácticamente no arrojan ningún resultado».
Su diagnóstico es claro: el juez Puente ha enviado a prisión a Cerdán basándose en un informe policial «sumamente débil» y por conversaciones grabadas que «ni siquiera han sido adveradas».
En su entrevista con el citado medio, Ekaizer radiografía lo que denomina «el estado judicial español», un sistema donde, señala, «las piezas fundamentales, cuando son complejas, se instruyen por la UCO, por la UDEF o por la agencia aduanera».
Ekaizer cita al exfiscal general Eduardo Torres Dulce para explicar cómo las causas judiciales complejas llegan «precocinadas por la policía» con una «capacidad de filtraje crítico muy limitada» por parte de jueces y fiscales.
De la misma opinión era el exfiscal jefe Anticorrupción de Madrid, Manuel Moix, quien al llegar al cargo, en el que permaneció poco tiempo, se fijó como uno de sus objetivos, que no pudo cumplir, acabar con una práctica en la que jueces y fiscales se ceñían a transcribir y dar por buenos los informes que realizaban las fuerzas de seguridad sobre determinadas investigaciones.
Y en base a ellos se tomaban graves decisiones contra los reos. Pero sin el debido tamiz jurídico de los hechos que figuraban en los informes.
Este mecanismo, según el periodista, se ve agravado además por las filtraciones sistemáticas a los medios: «El que coloca primero el titular, la policía judicial, ha ganado la batalla de la opinión pública», sostiene el colaborador de Fuentes Informadas en Agenda Pública.
Ekaizer critica que «en España tenemos dos acusadores, porque el juez también es acusador», a diferencia de lo que sucede en Europa. «Vivimos en un estado judicial», donde el poder judicial, «controlado por la derecha, se ha erigido en el árbitro de la vida política». Como ejemplo cita el rechazo del Tribunal Supremo a aplicar la amnistía.
Ekaizer se muestra partidario de que exista el juez de garantías y que los fiscales investiguen. «En España tenemos un juez y un fiscal contra el acusados, y eso debe de variar».
Ekáizer considera que los indicios que expone el juez del Supremo Puente para llevar a la cárcel a Santos Cerdán son demasiado débiles.
Y lo explica así en su entrevista en Agenda Pública: «Lo que veo es que ha habido una conclusión forzada por parte de la UCO y también del juez y del fiscal para considerar a Santos Cerdán el jefe de la trama, el hombre que recogía el dinero, sin pruebas sólidas ni suficientes».
«El juez se ha quedado impresionado por la transcripción de unas conversaciones que ni siquiera han sido adveradas», añade.
«En la declaración que prestó Koldo García en el Tribunal Supremo, se acogió a su derecho a no declarar. Ni siquiera tenemos una diligencia mínima donde el hombre que graba dice: «Sí, sí, esa es mi voz y yo soy el que las grabó».