La obesidad «es una pandemia«, advierte el jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Luz de Madrid, el doctor Carlos Durán.
Más del 55% de la población adulta española presenta exceso de peso, y casi un 19% padece obesidad, según el Hospital Universitario La Luz.
En este sentido, los especialistas alarman sobre la «urgencia» de dejar de percibir la obesidad como un problema estético y empezar a tratarla como una enfermedad con graves consecuencias para la salud.
Durán afirma que el 82% de los pacientes con obesidad no son conscientes de que la padecen, lo que dificulta aún más su abordaje. Además, hasta un 12% de obesos cree tener un peso normal, así como el 63% en personas con sobrepeso.
Sin embargo, la obesidad incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Duplica el riesgo de padecer diabetes tipo 2 o eleva los niveles de colesterol y triglicéridos. Y se asocia a apnea del sueño, enfermedades articulares y ciertos tipos de cáncer, como los de colon, mama, tiroides o esófago.
Insiste el doctor:
«Uno de los errores más comunes hoy es intentar contrarrestar los cánones de belleza tóxicos con una aceptación de la obesidad como algo saludable. No debemos promover ideales imposibles, pero tampoco podemos normalizar la obesidad como un estado sin riesgos. Es una enfermedad, no una opción de estilo de vida»
La mejor herramienta sigue siendo la prevención. El especialista hace un llamamiento a reforzar la educación en salud desde edades tempranas. Fomenta una alimentación «equilibrada» y promueve una vida «activa«, con ejercicio diario y la práctica deportiva.
Cuando la obesidad ya está instaurada, defiende una atención integral y personalizada, basada en equipos multidisciplinares con endocrinos, cirujanos o especialistas en endoscopia.
En estos casos, señala que la cirugía «sigue siendo la opción más efectiva a medio y largo plazo«. Hasta un 90% abandona la CPAP (tratamiento para evitar la apnea del sueño), el 80% deja de necesitar medicación hipolipemiante, y más del 70% de los diabéticos tipo 2 dejan la insulina.
Asimismo, los fármacos empleados para la perdida de peso «no deben considerarse una alternativa a la cirugía«. Los pacientes sometidos a cirugía pueden perder entre el 50 y el 70% del exceso de peso.
Además, con el uso de estos fármacos, hasta un 60% de los pacientes «presenta efectos adversos«, como náuseas, vómitos, e incluso pancreatitis o problemas endocrinos. Igualmente, su efecto desaparece al dejar de tomarlos, por lo que requieren un uso continuado.