Hoy: 22 de noviembre de 2024
La llegada de la maternidad es un trabajo arduo, requiere muchas responsabilidades, viene a romper prácticamente todos los esquemas y a cambiar por completo la rutina diaria de una mujer. Se trata de una transformación que pone a prueba a muchas mujeres y con ello se ponen de manifiesto fortalezas y debilidades nunca antes vistas.
Cada mujer afronta la maternidad de una forma u otra, se presenta una gran variedad de desafíos, pero sobre todo se anteponen dos: el desafío emocional y el desafío laboral, que en muchas ocasiones van ligados. Para muchas mujeres, resulta complicado el hecho de tener que trabajar y ocuparse de sus hijos. Este hecho hace que cada vez se retrase más la maternidad y solo haya espacio para lo laboral.
En esta línea, el estudio Infinity Women, elaborado por Chicco, asegura que un 40% de las mujeres españolas retrasa la maternidad por motivos profesionales, siendo la conciliación su principal preocupación, y 6 de cada 10 madres sufren algún coste laboral tras tener hijos, ya sea por reducciones de jornada, renuncias al empleo, o en el peor de los casos, despidos.
Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado dicho estudio, que ha tomado como referencia una muestra representativa de 1.000 mujeres de toda España, de las cuales el 50% tiene hijos. Los datos apuntan a que el 54,2% de las encuestadas rechaza abandonar su carrera profesional en pro de ser madres, pero tampoco están dispuestas a abandonar su deseo de ser madres en favor de su desarrollo laboral (71,8%).
La conciliación, lo más difícil
Infinity Women pone de relieve que la conciliación es uno de los retos pendientes en la sociedad y que condiciona la decisión de tener hijos y, posteriormente, la reincorporación al entorno laboral. En este sentido, hay datos que reflejan esta situación como es el caso del informe ‘Las Invisibles’ del Club Malas Madres, según el cual, el 22% de las mujeres pierden su trabajo al convertirse en madres y un 11% renunció a él por la imposibilidad de conciliar.
Sin embargo, por muy difícil que parezca, existe una conciliación y una serie de pasos para que maternidad y trabajo sean una perfecta combinación. Disciplina y paciencia son las claves principales para empezar a lograrlo. La organización también es una de las claves para mantener alejado el estrés y poder cumplir con todas las tareas que demanda el trabajo y la maternidad. Por último, lo más importante es no olvidarse de ser una gran profesional. Ser profesional y madre al mismo tiempo es un reto que, con constancia, se puede lograr.