Para distinguirse de las manidas y encebolladas nomenclaturas políticas de izquierdas o de derechas, en Veraluz se habían constituido sólo dos grandes partidos políticos que, en realidad aspiran a lo mismo con diferente vocabulario y camufladas filosofías.
La cosa es muy parecida a lo que sucede en el Gobierno de España, únicamente que en Veraluz se llaman los AA y los BB: en cualesquiera de los dos hay una mezcla indescifrable de sobornos, cinismos en la expresión y, desde luego, muy buenos propósitos nacidos en el pecho de los honestos.
En 2025 el alcalde es de los AA y se le conoce en el pueblo como Adolfo el de los Peines porque, incluso en los días de temporal, no se le mueve un pelo de su, todavía oscura, cabellera. Los del BB se jactan de ser muchos más en sus listas de afiliados que oscila, según el que encabece los proyectos casi siempre incumplidos. Los AA, menos al parecer, siempre dispuestos a colaborar en la educación, aportando a la biblioteca los libros que pueden. Unos y otros han aprendido a soportarse. Incluso hay etapas en las que han llegado a quererse.
Pedro Villarejo