Hoy: 12 de diciembre de 2024
Los Santos Padres esgrimían, con algunas limitaciones convincentes, que, del mismo modo que un ánfora ha sido fabricada para llenarla hasta arriba, así el corazón del hombre no descansará hasta que se colme su capacidad de presencia divina (San Agustín dixit).
Por ingenua simetría tenemos que considerar que las cuentas corrientes en los bancos descansarán cuando ya no quepa más dinero en ellas. Porque tener once cuentas y llenarlas de viento es lo mismo que dar un beso a un escaparate: se queda en el cristal la huella de los labios, sin provecho.
Seguramente que en el próximo bulo mostrarán alguna calentura las cuentas esas, igual que sube el mercurio en los termómetros.
Los místicos muestran y demuestran la presencia de Dios en el desarrollo de la paz personal que experimentan. Los bancos, sin embargo, muestran y demuestran la existencia de dinero en la posibilidad de gastarlo desde las tarjetas doradas. Pruebas diferentes que ejemplarizan la vida de unos y de otros. ¡Qué cosas!
Pedrouve.