Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Fundación Igualdad Animal ha interpuesto una denuncia formal contra dos granjas porcinas ubicadas en Ontiñena (Huesca) y Alfamén (Zaragoza) por presuntas violaciones graves y muy graves de la normativa de bienestar y sanidad animal.
Ambas explotaciones están supuestamente vinculadas a importantes compañías del sector porcino español, como Piensos Costa y Copiso, que producen carne para marcas ampliamente comercializadas en los principales supermercados de España. Las imágenes y pruebas obtenidas por la fundación muestran un panorama devastador: condiciones insalubres, animales heridos y sin atención veterinaria, canibalismo entre cerdos, hacinamiento extremo y desnutrición.
La primera granja investigada, situada en Ontiñena y gestionada por Joaquín Bayona y CIA S.C., está relacionada con Piensos Costa, una empresa que promociona en su página web su obtención del sello de Bienestar Animal de AENOR. Las pruebas recabadas en esta granja contradicen esta certificación, mostrando animales en situaciones deplorables. Se encontraron cerdos con grandes deformaciones en el estómago y en los genitales que, al no recibir atención veterinaria, desarrollan graves complicaciones y limitaciones de movimiento.
Además, se observó hacinamiento extremo y falta de ventilación, factores que generan un ambiente asfixiante y contribuyen a la proliferación de enfermedades entre los animales. Las imágenes también reflejan actos de canibalismo, en los que cerdos vivos con heridas abiertas reciben mordiscos por otros cerdos, una conducta que se asocia a altos niveles de estrés y falta de cuidados básicos.
Otras pruebas obtenidas en Ontiñena muestran numerosos animales con heridas graves infectadas, llenas de pus y rodeadas de moscas, sin ningún tipo de tratamiento ni intervención. Algunos cerdos presentan casos avanzados de gangrena en las patas y pezuñas, y heridas visibles en zonas como orejas, testículos y extremidades.
También se observaron lechones en estados de desnutrición severa, con signos de estrés extremo que se manifestaban en comportamientos repetitivos, conocidos como estereotipias. En los corrales se hallaron cadáveres de cerdos en descomposición junto a otros animales vivos que los olfateaban y mordisqueaban, lo que eleva el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas en el área.
En la segunda granja, situada en Alfamén y registrada bajo el nombre Agrapur, los investigadores documentaron igualmente condiciones de maltrato. Esta instalación, presuntamente parte de la red de Copiso y gestionada o propiedad de Piglets SL, asegura cumplir con los estándares de bienestar animal establecidos por organizaciones internacionales, contando con certificaciones como IAWS, IBAW y WELFAIR.
Sin embargo, las pruebas reflejan otra realidad. Igualdad Animal documentó numerosos casos de canibalismo y agresividad entre lechones, resultado de las condiciones de hacinamiento y la falta de intervención veterinaria. Las imágenes capturan escenas de lechones mordiendo a otros cadáveres en áreas comunes, lo que demuestra la ausencia de control y supervisión adecuada en la explotación.
Además, las pruebas aportadas por la fundación revelan una serie de situaciones especialmente crueles. En una de las grabaciones, un cerdo gravemente herido e incapaz de moverse es devorado vivo por otros cerdos mientras sufre espasmos. También se observó a un lechón con garrapatas, orejas sangrantes y sin poder levantarse, siendo atacado por otros cerdos.
Las condiciones de insalubridad, con cadáveres y restos óseos presentes en las áreas comunes, y fuentes de agua contaminada aumentan los riesgos para la salud de los animales y del medio ambiente. Asimismo, el informe revela la presencia de veneno para ratas en zonas cercanas a los cerdos, lo cual supone un riesgo sanitario adicional.
Un punto crítico de la denuncia es la falta de seguimiento veterinario en ambas granjas. En el caso de Alfamén, la última visita registrada por veterinarios de Copiso data del 24 de julio de 2024, mientras que las imágenes fueron tomadas el 16 de agosto de 2024, evidenciando la falta de supervisión sanitaria durante semanas. Esta ausencia de control es particularmente alarmante en un contexto de condiciones de extrema precariedad y sufrimiento animal.
En palabras de la Fundación Igualdad Animal: “Una vez más, volvemos a contemplar el sufrimiento constante que padecen los animales en las explotaciones ganaderas de este país. Exigimos a las autoridades que realicen una inspección exhaustiva, sancionen a los responsables y tomen medidas urgentes para poner fin a estas prácticas crueles y a esta impunidad. Deben asegurar el cumplimiento de las normativas de bienestar animal y proteger a los animales en las granjas”.
La denuncia pública de Igualdad Animal pone en duda la efectividad de las certificaciones de bienestar animal y señala la necesidad de una regulación más estricta y de controles más efectivos en las granjas de producción de carne en España. Desde su página web, la Fundación habilita un enlace para donativos que les ayuden a mantener su labor social de garantizar la salud de animales y consumidores.