Hoy: 20 de noviembre de 2024
El Mediterráneo enfrenta un panorama inquietante para el próximo siglo: sin medidas adecuadas, hasta 20 millones de personas podrían verse forzadas a abandonar sus hogares en zonas costeras debido al aumento del nivel del mar previsto para 2100. Además, infraestructuras clave, como redes de transporte y lugares patrimoniales, se verán cada vez más expuestas a riesgos de inundación y erosión.
Este escenario surge de un informe del grupo de Expertos del Mediterráneo en Clima y Cambio Medioambiental (MedECC), que alerta sobre la aceleración del incremento del nivel del mar en la región, actualmente en 2.8 milímetros al año, el doble de la media del siglo XX. Si las tendencias continúan, el Mediterráneo podría ver un aumento medio de un metro para finales de siglo, poniendo en riesgo no solo los asentamientos humanos, sino también ecosistemas y recursos económicos esenciales.
El estudio, que involucra a 55 científicos de 17 países, entre ellos María Carmen Llasat de la Universidad de Barcelona, prevé un incremento en la frecuencia y gravedad de eventos extremos como tormentas e inundaciones en las costas mediterráneas. En un escenario de emisiones medias, estos fenómenos, que actualmente ocurren cada cien años, podrían aumentar su frecuencia en al menos un 10% para 2050 y hasta un 22% para 2100.
Los expertos advierten también sobre el aumento sostenido de la temperatura en la región, que se calienta más rápido que la media global, lo cual incrementa la frecuencia de olas de calor y disminuye las precipitaciones. Estos cambios generan una mayor demanda de recursos hídricos, poniendo bajo presión a un Mediterráneo que ya soporta una elevada carga turística, siendo el destino más visitado a nivel mundial.
El calentamiento de las aguas mediterráneas, además de acelerar la evaporación y reducir las lluvias, promueve la proliferación de especies tropicales invasoras, que afectan a la biodiversidad autóctona. De hecho, las olas de calor marinas ya han provocado mortalidades masivas de corales, moluscos y esponjas, poniendo en peligro a organismos fundamentales en el equilibrio del ecosistema marino.
Por otro lado, el informe destaca la grave contaminación plástica en el Mediterráneo, que es uno de los mares más afectados del mundo. Los residuos plásticos representan hasta el 82% de la basura flotante visible, y se estima que, si la producción de plástico sigue aumentando al ritmo actual del 4% anual, los vertidos al mar se duplicarán para 2040.
De acuerdo con el MedECC, los efectos del cambio climático en la región plantean “graves riesgos” para sectores como el turismo de playa, la agricultura, la acuicultura y la pesca, actividades esenciales para las economías mediterráneas que sufrirán cada vez más con la escasez de agua y el deterioro del medio ambiente.
Pese a la urgencia, el informe concluye que las actuales políticas de mitigación y adaptación al cambio climático en la región son insuficientes para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para mitigar estos riesgos, los expertos subrayan la necesidad de acciones profundas y transformadoras en todos los sectores y niveles, dado que, si la temperatura mundial sigue aumentando, las soluciones se volverán cada vez más limitadas y menos eficaces.