Hoy: 14 de noviembre de 2024
Y ese maldito día llegó a Valencia y a sus preciosos pueblos. Nadie se podía imaginar la horrible tragedia que se les avecinaba. Todo saltó por los aires al no recibir ese aviso puntual para poder ponerse a salvo, y no cuando los cuerpos de nuestros hermanos flotaban en las aguas fangosas por ese terrible tsunami de barro que los arrasó.
Hoy toda la gente de bien se estremece ante esa pasividad de los que se durmieron en los laureles y hoy solo pueden contabilizar cadáveres.
Todo transcurría como siempre entre sus habitantes, con sus vidas y sus rutinas diarias, realizando sus trabajos, cada cual con lo suyo, como de costumbre. Creían que el día transcurriría igual que cualquier otro sin mayor problema. Esos pueblos funcionando a tope como siempre y las familias viviendo dentro de esa normalidad.
Las nubes empezaron a oscurecer la tarde, la lluvia en muchos sitios arreciaba cada vez mas fuerte, pero ese aviso que debían recibir llegó demasiado tarde y quedaron todos atrapados en una terrible trampa sin darles tiempo a poder ponerse a salvo y sufrir de lleno el terrible suceso que por momentos se les venía encima con toda su crueldad.
Todo fue muy rápido. Mientras llegaba la noche, el nivel del agua aumentaba subiendo sin descanso y causando una gran riada que arrastraba toda clase de ramas, contenedores y un sinfín de basuras.
Enseguida se desató el horror, el miedo y el espanto al ver cómo los coches eran arrastrados por esas espantosas cataratas de fango mezcladas con enormes lenguas de barro que cubrían todo como un tsunami tragándose todo a su paso.
Las personas ahogándose sin poderse salvar, familias enteras sufriendo sin saber dónde se encontraba alguien que faltaba en casa. Un aterrador espectáculo verdaderamente dantesco.
Casas destrozadas, otras muchas tragadas por toneladas de fango, y esas personas intentando salvarse, y los que se quedaron dentro de sus coches, arrastrados hasta distancias increíbles.
Mientras esas amadas almas se iban marchando de nuestro lado, seguro que ninguno pensó que su vida terminaría de esa manera.
Desde el respeto hacia los que se fueron, deseo enviarles esta carta por ese amor que sus familias, con sus vidas rotas por esas queridas perdidas, están escribiendo en el aire para todos ellos.
Mis queridos hermanos, hoy más que nunca muchos os sentimos cerca después del doloroso trance final de dejar esta vida terrenal, ya no estáis entre nosotros en persona, pero estáis en las mentes y en los corazones de los vuestros, que sienten vuestra falta con un inmenso dolor.
No teníais que haber desaparecido, os podíais haber salvado, pero todo se ennegreció por la falta de liderazgo de personas incompetentes que además son los que teniendo la llave de vuestras vidas y poder impedir el horror que se produjo, las tiraron al barro, y todo por disquisiciones asquerosamente partidistas.
Sois víctimas de quienes no actuaron como debían, esos incompetentes, por dignidad deberían dimitir en masa.
Ellos se consideran líderes y los que les secundan aceptan todo lo que se les ocurre, pero esta vez no se salvan, llevarán de por vida a sus espaldas vuestras muertes, han demostrado no tener conciencia ni vergüenza.
Pero vosotros estáis en un lugar donde los colores del arcoíris os invaden, ya no sentís dolor alguno y os sentís felices en el lugar donde vuestras creencias os hayan llevado, siempre estaréis por encima de los que estamos vivos, sin preguntas, porque ya todo lo tenéis contestado.
Que descanséis en paz, envueltos en el amor de los que os amaron y que os acompañará siempre.
Todos estáis en nuestros corazones.
Expresar todo mi dolor por los que se fueron y los que aquí quedan con su ausencia Voy a tener decoro y no pronunciaré lo que siento en este momento Me gustaría que hubiera justicia para que todos esos mierdas del primero al último pagarán por este genocidio pero tristemente aquí no pasa nada Nos roban nos hunden nos persiguen nos mienten y ya lo que faltaba nos matan y nos dejan morir Que más tiene que pasar para que despertemos de una vez?
Es profundamente doloroso pensar en la tragedia que vivieron los pueblos de Valencia, en cómo tantas vidas se perdieron por un aluvión que llegó sin aviso. Duele imaginar a familias enteras atrapadas, hogares destruidos y comunidades quebradas por un desastre que pudo evitarse. La impotencia se mezcla con la tristeza al ver que un error tan grande les robó a sus seres queridos. En medio de tanto dolor, solo queda honrar a los que se fueron y exigir que nunca más vuelva a repetirse algo tan injusto.
Dios mío, ayúdanos.
Es verdad, solo queda honrar a los que se fueron.
Qué pena más grande 😢,
No hay palabras para expresar tanto dolor.
Todos tienen que dimitir es mucho daño el que han hecho 😢.
Todos somos víctimas de esto, pues cualquiera de nosotros podría haber perdido la vida. Ahora los gobernantes deben asumir las consecuencias de tantas muertes innecesarias, personas que ya no volverán a vivir por culpa de la mala gestión que se pudo hacer (no solo dando la señal de alarma, sino haciendo obras para evitar este tipo de inundaciones) y no se ha hecho, hubiera evitado esta catástrofe.
Tengo la esperanza que esto sirva de precedente para evitar que vuelva a pasar en el futuro (y así evitar esta muerte innecesaria) aunque también temo que esto se olvidará al igual que se han olvidado otro tipo de catástrofes de esta clase para las generaciones más jóvenes que no lo han vivido.