Fabular no es mentir

9 de noviembre de 2024
1 minuto de lectura
Una paloma blanca surca los cielos
Una paloma blanca surca los cielos

Los que escribimos a diario por obligación devocional buscamos en las musas referencias escondidas, trozos de carne limpia que nacen en los sueños y que nos sirven para novelar la vida, sobre todo cuando se presenta mentirosa y cruel. Los escritores, entonces, echamos mano de la pluma y de los espejismos, pretendiendo que la circunstancia sea más ágil y llevadera.

Sin ir más lejos, esta mañana una paloma volaba a poca distancia de mis ventanas. Una y otra vez danzaba, como queriéndome dar conversación: ¿Adónde irá la paloma? ¿Qué querrá la paloma? ¿Se ha equivocado, acaso, la paloma? Mientras las dudas volaban en mi distracción, la paloma dejó su excremento en los cristales y las diferentes posibilidades de paz que yo pensaba se desvanecieron, volviéndome a la realidad de una defecación segura que vemos a diario detrás de cada esquina.

Me gusta fabular para no mentir, escribiendo que todo va bien, que nos aman quienes nos gobiernan y que sólo pretenden para todos un vuelo de dignidades… pero resulta que la paloma viene a lo que viene. Cada día cuesta más trabajo soñar.

1 Comment

  1. Me encantan sus fabulaciones.
    Soy asidua a sus escritos, siempre
    me resultan cortos.
    lLo que me ocurre con ellos es que siempre son un maravilloso bálsamo
    para mis inquietudes.
    Los recibo con ese amor que desprenden y le doy las gracias por enviarnos parte de su Luz.
    Muchas gracias

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Amenazas

Las clarisas excomulgadas de Belorado amenazan con elevar su debate a categoría global. Cada vez son menos, hasta que se

El hombre abandonado

Dostoyevski afirma con rotunda veracidad que “si Dios no existiese, todo estaría permitido”. Según los expertos es ahí donde comienza

Las aguas y las cosas

Se mueren los hombres y las cosas y con ellos el extravío de pensar

Ámsterdam

Hace diez días, casualmente y por invitación de unos amigos, fui a Ámsterdam para el cumplimiento de una promesa laica