Hoy: 23 de noviembre de 2024
El vicepresidente primero de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, ha expresado este jueves su rechazo a la visita a España del comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, porque a su juicio se trata de un tema de organización judicial han de resolver los españoles y en el que Bruselas no tiene “nada que decir”.
“De la misma manera que decimos que no queremos que los partidos controlen el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) yo no quiero que venga un comisiario de Bruselas a decir cómo tenemos que operar los españoles”, ha apuntado en una entrevista en Radio Nacional, recogida por Europa Press y este medio, al ser preguntado acerca de si confían en que Reynders pueda actuar como mediador y propicie el desbloqueo de la renovación del órgano de gobierno de los jueces.
Buxadé ha señalado que Reynders puede venir “para lo que tendría que hacer la Comisión” que, según el eurodiputado, es “estar al servicio de los estados miembros, hablar con el Gobierno y decirle cómo ayudar para que el sistema lo organice mejor”.
Eso sí, ha recalcado que al parecer Reynders coincide con lo que viene defendiendo Vox desde su constitución. “Dice lo mismo que Vox, que exige la reforma de la ley orgánica del poder judicial para garantizar que esos 12 magistrados sean elegidos por y entre los jueces y magistrados”, ha añadido.
El dirigente de Vox ha señalado que se trata de una situación “realmente sorprendente y muy llamativa en terminos de discurso europeo”, al hilo que ha hecho alusión a los procedimientos del artículo 7 contra Hungría y Polonia que ha iniciado la Comisión “por cuestiones idénticas o menos graves de lo que se está produciendo en España”.
En esta clave, preguntado acerca de si estima que en España se estén poniendo en juego derechos fundamentales como así lo aprecia Bruselas en estos dos países, Buxadé ha matizado que se trata de dos cosas distintas porque una es la “independencia judicial y otra la organización judicial”. “En España, por desgracia, se vulneran derechos fundamentales”, ha aseverado poniendo a renglón seguido el ejemplo de Cataluña con el asunto del castellano en las escuelas.
En sus palabras, la Comisión está orientada hacia la federalización mientras que Polonia y Hungría son países conservadores que defienden su cultura y política. “Es una cuestión política”, ha zanjado.