La cifra de palestinos fallecidos debido a la ofensiva militar emprendida por Israel contra la Franja de Gaza, en respuesta a los ataques llevados a cabo por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre, ha superado los 30,000, según confirmaron las autoridades en Gaza, que están bajo el control del grupo islamista.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que el balance de la agresión israelí se eleva a 30,035 mártires y 70,457 heridos desde el inicio de los ataques. En las últimas 24 horas, se han confirmado 81 fallecidos y 132 heridos debido a las operaciones llevadas a cabo por el Ejército israelí en la franja costera.
El comunicado detalla que en el último día, la ocupación israelí llevó a cabo nueve masacres contra familias en la Franja de Gaza, destacando que muchas víctimas aún se encuentran bajo los escombros y en las carreteras. Además, señalan que la ocupación impide el acceso de ambulancias y trabajadores de Defensa Civil a esas áreas.
Poco después de este comunicado, la oficina de prensa de las autoridades gazatíes denunció la muerte de 70 palestinos en un ataque del Ejército israelí contra un grupo de personas que esperaban para recibir alimentos en la ciudad de Gaza, ubicada en el norte del enclave.
La ofensiva israelí se desató en respuesta a los ataques de Hamás, que resultaron en 1,200 muertes y 240 personas secuestradas. A estos lamentables balances de víctimas se suman más de 400 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este, a manos de las fuerzas de seguridad de Israel y en ataques perpetrados por colonos.
A pesar de la difícil situación, la comunidad internacional mantiene la esperanza de lograr un acuerdo de cese al fuego que allane el camino para negociaciones significativas y sostenibles. Mientras tanto, la prioridad inmediata es proporcionar ayuda humanitaria a las víctimas, garantizar el acceso a atención médica y abordar las necesidades básicas de la población afectada.
Este sombrío capítulo en la historia reciente resalta la necesidad imperante de buscar soluciones pacíficas y duraderas para resolver los conflictos en la región, asegurando un futuro más estable y seguro para todos los habitantes de Gaza e Israel.