Hoy: 10 de noviembre de 2024
Los escasos glaciares de África están experimentando una rápida desaparición, advierten nuevos datos publicados en la revista Environmental Research: Climate. Según el estudio, los campos de hielo en África han disminuido a menos de la mitad desde principios del siglo XXI, con un impacto devastador en picos emblemáticos como el monte Kenia, el Kilimanjaro y las montañas Ruwenzori.
La investigación, basada en imágenes satelitales diarias, cerró una brecha crucial en el conocimiento científico sobre estos glaciares únicos. “No teníamos datos precisos de años anteriores”, explicó Anne Hinzmann, autora principal del estudio y estudiante de máster en la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nurnberg.
Los glaciares en estas tres regiones africanas son especialmente notables debido a su ubicación cercana al ecuador y dentro de los trópicos. Sin embargo, a diferencia de los Alpes europeos, donde la disminución del hielo está directamente relacionada con el aumento de las temperaturas, en África Oriental, el cambio clave ha sido en los patrones de precipitación.
Según los investigadores, las precipitaciones en la región ocurren principalmente durante dos períodos lluviosos al año, dejando una pequeña parte en forma de nieve en las altas cumbres. Sin embargo, estos períodos lluviosos se han vuelto más secos desde finales del siglo XIX, lo que ha llevado a una disminución en la reposición de hielo y al retroceso de los glaciares.
Los datos analizados revelan un panorama alarmante: más del 90% de la superficie glacial ha desaparecido desde que se cartografiaron por primera vez en los siglos XIX y XX. Por ejemplo, el monte Kenia ha pasado de tener 1,64 kilómetros cuadrados de hielo en 1899 a apenas 0,07 kilómetros cuadrados en 2021/2022.
Este declive no solo es un indicador del cambio climático en África, sino que también está ocurriendo a una velocidad vertiginosa. “Una disminución de esta magnitud es alarmante”, comentó Hinzmann. “Los glaciares de África son un claro indicador del impacto del cambio climático”.
Los cambios en los patrones de precipitación, que incluyen menos nubes de lluvia y más días despejados, están exacerbando el problema. La exposición prolongada a la luz solar está provocando que incluso cuando las temperaturas permanecen bajo cero, el hielo se convierta directamente en vapor de agua y humedad, erosionando los glaciares.
Este fenómeno no afecta a todas las áreas de manera uniforme. Mientras que las zonas más sombrías están protegidas por nubes y experimentan una erosión más lenta, las laderas occidentales, expuestas a más luz solar, están sufriendo un deterioro más rápido.
La desaparición de los glaciares africanos es un llamado de atención sobre la urgencia de abordar el cambio climático y proteger los ecosistemas únicos del continente. Con la velocidad actual de retroceso, África podría perder sus últimos picos blancos para mediados de este siglo, dejando un impacto duradero en el paisaje y el medio ambiente de la región.