Hoy: 27 de diciembre de 2024
Más de 10.400 personas han muerto o desaparecido en las fronteras españolas durante 2024, lo que supone un promedio de 30 personas al día y convierte este año en el más letal registrado. Así lo expone el informe Monitoreo Derecho a la Vida 2024 de la organización Ca-minando Fronteras, que analiza las rutas migratorias en la Frontera Occidental Euroafricana, abarcando tanto fronteras marítimas como terrestres desde el sur de Senegal hasta Argelia.
El documento recopila datos de primera mano sobre las muertes y desapariciones ocurridas en los cruces fronterizos a lo largo del año. Según la investigación, hasta el 15 de diciembre de 2024 han fallecido 10.457 personas, incluidas 421 mujeres y 1.538 menores de edad. Estas cifras sitúan a 2024 “como el más mortífero desde que se tienen registros en la organización”.
El informe analiza 293 tragedias documentadas en las diversas rutas migratorias. De estas, se dio seguimiento específico a 131 embarcaciones que desaparecieron sin dejar rastro.
La ruta Atlántica hacia las Islas Canarias sigue siendo la más letal del mundo, con un saldo de 9.757 víctimas. Durante 2024, se ha observado un incremento notable en las salidas desde Mauritania, que se ha consolidado como el principal corredor migratorio hacia Canarias, acumulando 6.829 víctimas.
Además, se destacan rutas especialmente peligrosas, como la ruta Atlántica hacia la isla de El Hierro y la ruta argelina hacia Baleares, consideradas extremadamente riesgosas debido a la longitud y dificultad de los trayectos.
El aumento de víctimas se vincula directamente a factores como la omisión del deber de socorro, la externalización de fronteras que vulnera derechos humanos, y la tardanza o falta de activación de los operativos de búsqueda y rescate, incluso en casos donde se conocía la ubicación de las embarcaciones. Estas políticas, según el informe, priorizan el control fronterizo sobre la protección del derecho a la vida.
La investigación también documenta las condiciones extremas de vulnerabilidad que llevan a las personas migrantes a embarcarse en viajes peligrosos: el uso de embarcaciones precarias, salidas en condiciones meteorológicas adversas, la falta de agua y alimentos, y la ausencia de materiales de navegación adecuados.
“Estas cifras evidencian un fracaso profundo de los sistemas de rescate y de protección. Más de 10.400 personas muertas o desaparecidas en un solo año es una tragedia inadmisible. Urgimos a que se priorice la protección del derecho a la vida, se refuercen las operaciones de búsqueda y rescate, y se garantice la justicia para las víctimas y sus familias”, ha declarado Helena Maleno, coordinadora de la investigación.
Desde 2007, Ca-minando Fronteras gestiona una línea de alerta operativa las 24 horas del día, los 365 días del año, a través de la cual se reciben avisos sobre personas en peligro en las fronteras. Estos datos son centralizados en el Observatorio de Derechos Humanos, creado en 2014, que incluye un registro de fallecidos y desaparecidos, elaborado con la colaboración de familiares y comunidades migrantes.
“Desde Ca-minando Fronteras somos conscientes de que las cifras de personas muertas y desaparecidas en la zona de intervención podrían ser mayores. Lo que sí sabemos con certeza es que no son menos que los datos que aportamos en esta investigación. Seguiremos trabajando incansablemente por la memoria, la justicia y la reparación de las víctimas y de sus familias”, ha afirmado Helena Maleno.