Marc Márquez volvió a demostrar por qué es uno de los grandes. El piloto de Ducati se llevó la victoria en el esprint del Gran Premio de Barcelona, en una carrera que tuvo de todo: velocidad, tensión y un final inesperado.
El ocho veces campeón del mundo dominó con experiencia, pero la historia del día también tuvo tintes familiares. Su hermano, Álex Márquez, había logrado la ‘pole’ horas antes y lideraba gran parte de la prueba. Parecía que el triunfo iba a quedarse igualmente en casa. Sin embargo, a solo cuatro vueltas para la bandera a cuadros, Álex perdió el control en la curva 10 y se fue al suelo.
Marc, que venía presionando desde atrás, no desaprovechó la oportunidad. Cruzó la meta primero, sumando así su 14ª victoria en carreras al esprint de las 15 disputadas esta temporada. Un dominio casi absoluto que deja claro que su hambre de títulos sigue intacta.
El podio lo completaron el italiano Pecco Bagnaia, segundo, y el francés Fabio Quartararo, tercero, que volvió a estar entre los mejores después de varias carreras discretas. El ambiente en Montmeló fue eléctrico, con la afición entregada al piloto de Cervera.
Este triunfo no solo engorda el palmarés de Márquez. También acerca su noveno título mundial. Con 185 puntos de ventaja en la general, podría proclamarse campeón en la próxima cita del calendario. Solo un cúmulo de infortunios podría impedirlo.
Su consistencia a lo largo del año ha sido la clave. Ha sabido minimizar riesgos cuando no había opciones de ganar y atacar con contundencia cuando la oportunidad estaba ahí. El formato de esprint, introducido hace poco, parece hecho a su medida.
Mientras tanto, sus rivales ven cómo el margen se hace insalvable. Bagnaia necesita casi un milagro para mantener viva la lucha por el campeonato. Quartararo, aunque mejora, está demasiado lejos.
El paddock ya habla de cuándo, no de si, Márquez será campeón. Y en Barcelona, su tierra, la sensación fue la de un piloto que está cerrando un círculo. Una temporada casi perfecta que podría culminar con un título más para su vitrina.
El próximo Gran Premio será clave. Si todo sale según lo previsto, Marc Márquez podría celebrar el campeonato antes de que termine septiembre. Y lo haría con el mismo estilo con el que ganó este sábado: rápido, decidido y con la mirada fija en lo más alto.