Hoy: 28 de noviembre de 2024
ANTONIO ARENAS
El poeta José María Cotarelo, presentador del acto, comenzó con la lectura de un párrafo clave del preámbulo de Los descosidos de Dios (Ed. Brisa del Sur), el último libro del escritor y periodista natural de Guadix, Juan Jesús Hernández. En él se habla de un reloj de bolsillo que se quedó parado «a las nueve y dos minutos de la tarde de un domingo caluroso y húmedo del mes de agosto de 1933».
De esta forma autor y presentador ofrecen una valiosa pista sobre el espacio temporal en el que se va a desarrollar la novela que como espacio físico cuenta con el Valle de las Encinas, donde vive Juan, el protagonista y su familia, «un lugar de grajos reales e imaginarios que vuelan en bandadas y se lanzan sobre las cosechas y las vidas hasta destrozarlas».
Tras agradecer su asistencia al público entre el que se encontraba el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Fernando Egea, explicaría que la anterior ocasión que visitó Guadix fue precisamente con motivo de la presentación del anterior libro de Jota, De frente, a la que añadiría una serie de piropos para esta ciudad, su historia y sus personajes ilustres para detenerse en la cita literaria de La Fontaine con la que se inicia la obra protagonista (Una persona a menudo se encuentra con su destino en el camino que tomó para evitarlo) y la dedicatoria (A María, Antonia y José, víctimas inocentes de un crimen que marcó sus vidas. Y a Juan, víctima de la soberbia y la crueldad).
A modo de «pespuntes» tomados de la introducción destacaría que «en el Valle de las Encinas la ideología no es el problema, que también lo es, sino la supervivencia», al que siguió «esta es una historia real. Juan, Antonia y sus tres hijos han existido y llorado su amargura de verdad. Y también son reales el homicida y los que intentaron tapar su muerte, aunque todos ellos figuran con nombres ficticios en este relato que pudo ser tal y como se escribe, o incluso mucho peor», así como el del leit motiv del libro «noventa años después, este relato reivindica la memoria de un labrador que lo perdió todo porque no tenía nada», temas sobre los que después volvería Juan Jesús Hernández al hacer referencia a lo ocurrido aquel trágico domingo 21 de agosto de 1933 en el Arco de San Torcuato de Guadix, sobre el que todavía quedan muchas preguntas sin respuestas.
Antes de la intervención del autor Cotarelo ofrecería unas pinceladas biográficas de su amigo Jota, «un accitano de pro y que como tal ejerce» para el que solicitó el nombramiento de hijo predilecto «que bien lo tiene merecido» y que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional durante 37 años con el desempeño de diferentes responsabilidades como jefe de Local y de Información, especialmente en IDEAL.
Así mismo, presentaría al escritor, editor y periodista y farmacéutico argentino, Pedro Jorge Solans, quien desarrollaría una contextualización de la obra presentada que definiría como novela periodística o de periodismo literario que tiene su escuela en América Latina con Rodolfo Walsh (Operación Masacre), y también en el Norte, con Truman Capote (A sangre fría). «La descripción de los personajes que hace Jota y dejando abierto de qué pasó con el asesino estamos hablando de una novela periodística costumbrista y una novela magistral que permanecerá en el tiempo porque cuestiones».
Así mismo, resaltaría que esta obra «nos lleva a un panorama histórico y social de la España de principio de siglo XX, degradada con la pérdidas de las colonias y el desastre del 98». El broche musical lo puso Juan Miguel Giménez con su guitarra. En el acto ha colaborado la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Guadix, representada por Encarni Pérez, y la Fundación Visconti.