Una adolescente de apenas 14 años de edad acudió el pasado domingo a las urgencias del hospital sevillano Virgen de La Macarena presa de un ataque de ansiedad y llorando. Confesó a los facultativos que se había hecho la prueba y que estaba embarazada -lo cual fue confirmado más tarde por los médicos del servicio-. Y añadió que su estado ansioso se debía a que había mantenido una fuerte discusión con el padre del bebé tras informarle de que estaba encinta, y que aquel se había negado a tener al bebé.
Sin dejar de llorar explicó también a los médicos que, si bien el chaval, de edad similar a la de ella, le había comentado inicialmente que sí le apetecía tener al bebé y que asumiría su responsabilidad, posteriormente contactó con ella y se retractó, alegando que no estaba preparado para ser padre y que ella debía abortar. La adolescente se lo contó a su madre.
La joven, de familia normal, y con cara aniñada, llegó al hospital acompañada de su madre. La madre comentó a los médicos que su hija no tenía ni edad ni medios ni madurez como para tener un bebé, y tampoco el chico, al que casi ni conocía. Y planteó que no sabía qué hacer ante semejante situación, ya que la menor decía querer el bebé pero que ella no lo veía factible.
En el hospital sorprendió el estado de ansiedad en que llegó la menor y el hecho de que efectivamente estuviese embarazada con tan corta edad, solo 14 años.
Tranquilizantes
Los médicos sevillanos de las urgencias del hospital de La Macarena le hicieron una revisión general, en la que se constató el embarazo, y le dieron tranquilizantes para mitigar los llantos y el estado de nerviosismo que se había apoderado de la joven: llevaba algo más de dos meses de embarazo. A la madre le dijeron los médicos, antes de dar el alta a la menor, que se pusiera en contacto con los servicios sociales para buscar una salida a tan dramática situación.
Fuentes sanitarias aseguran que la cifra de adolescentes de familias vulnerables (y no vulnerables) que se quedan embarazadas a muy corta edad ha crecido exponencialmente en los últimos años, y que muchas veces los padres, también jóvenes, y sus familias, se desentienden del embarazo, como ha sucedido en el caso de esta adolescente sevillana.