Hoy: 28 de noviembre de 2024
Irán y Pakistán han experimentado un aumento en las tensiones en los últimos días debido a una serie de ataques mutuos contra objetivos de grupos “terroristas” baluches a ambos lados de su frontera.
El intercambio de bombardeos, que comenzó con la Guardia Revolucionaria de Irán atacando posiciones del grupo armado Jaish al-Adl y continuó con Islamabad bombardeando al Ejército de Liberación Baluche (BLA) y el Frente de Liberación de Baluchistán (BLF) en territorio iraní, marca una materialización inusual de las tensiones bilaterales.
Las relaciones entre Irán y Pakistán datan de 1947, cuando Irán fue el primer país en reconocer la independencia de Pakistán. A pesar de etapas de cooperación, especialmente como cofundadores de la Organización del Tratado Central durante la Guerra Fría, las relaciones se deterioraron durante las guerras civiles en Afganistán entre 1992 y 2001. Aunque han fortalecido sus lazos económicos, las acusaciones mutuas sobre la presencia de milicianos baluches y la cercanía entre Pakistán y Arabia Saudí han causado tensiones.
En la región fronteriza, grupos armados baluches que denuncian discriminación por parte de las autoridades centrales han protagonizado acusaciones frecuentes entre ellos sobre la inacción del país vecino frente a la amenaza de estas organizaciones.
El último intercambio de ataques parece estar relacionado más con dinámicas internas, incluyendo el atentado cerca de la tumba del general iraní Qasem Soleimani y la muerte de un alto cargo de la Guardia Revolucionaria en Siria, así como los recientes ataques ejecutados por Hamás contra Israel.
Aunque los incidentes no parecen apuntar a un conflicto más amplio entre Irán y Pakistán, subrayan la necesidad de diplomacia efectiva y acción internacional para prevenir escaladas en una región ya afectada por conflictos.